Un Levante roto en todas las líneas
Julián Calero no acierta y al equipo se le ven las costuras en un partido que refleja el fracaso de la propuesta granota
José Martí
Valencia
Sábado, 30 de agosto 2025, 13:27
El Levante no encuentra el rumbo. Julián Calero insistió este verano en «reforzar la plantilla desde atrás». Pero la que pretendía que fuera la mayor virtud del equipo se ha convertido en su principal debilidad. Su central de jerarquía, Unai Elgezabal, está irreconocible. Dela y Cabello, sus acompañantes, no le mejoran. El sistema de cinco defensas invita al Levante a protegerse en su campo. Para ello, es menester defender bien el área propia y los balones aéreos. Pero nada más lejos de la realidad. El año pasado Calero habló del «deficit de centimetros» de su equipo. En Elche, la media de estatura de los centrales era de 1,82. Nada descabellado. Pero perdieron la mitad de los duelos aéreos. El Elche, consicente de la debilidad granota, centró al área en 22 ocasiones. Con idea de ganar presencia en área propia, la dirección deportiva firmó a Matías Moreno y Alan Matturro, que miden 1,93 y 1,89 respectivamente, pero apenas han aparecido en escena.
Al último Levante de Primera, el dirigido por Paco López, se le echaba en cara la fragilidad defensiva. Pero el equipo basaba su juego en sus argumentos ofensivos, que compensaban los errores y bastaban para asentarse en la zona media de la tabla. Los dos goles encajados en Elche son propios de aquel Levante. La debilidad defensiva no solo atañe a los centrales, también a los hombres de la medular. Al estiloso Oriol Rey se le ven las costuras sin Kochorashvili a su lado. Kocho ganaba duelos, aceleraba la jugada y pisaba campo rival con mucha facilidad. Oriol y Pablo Martínez no. De hecho, de siete duelos en el suelo, Oriol solo se impuso en dos. El Levante echa en falta otro perfil en la medular, un pívote con más agresividad. La imagen del segundo tanto ilicitano es fatídica. El central del Elche Pedro Bigas llega hasta la frontal del área granota en conducción sin que nadie lo pare. Atraviesa la línea de Oriol y Pablo sin problemas.
Noticia relacionada
Pablo Martínez: «Nos falta hambre y querer ser más valientes»
Pero, a diferencia del Levante de Paco López, este equipo no tiene argumentos en ataque. Aborrece la pelota. La media de posesión del Levante en este inicio liguero es de un 27%. Contra el Elche fue de un 32%. El plan de ataque se basa en buscar constantemente la espalda de la defensa. El Elche lo supo y se replegó en campo propio. El Levante no fue capaz de atacar con efectividad a los de Eder Sarabia. A los reiterados balones largos les faltó sentido. Con delanteros de tan baja estatura como Iván Romero y Roger Brugué es difícil ganar duelos aéreos. Y, sin extremos que faciliten las descargas y proporcionen más variantes ofensivas, el Levante tiene difícil someter a cualquier equipo.
Pero el modo de jugar no es tan distinto al de la temporada pasada. Ha cambiado el esquema, pero no la idea. El curso pasado el Levante tampoco buscaba el balón. Fue el decimotercero de la Hypermotion en posesión. Además, también defendía en bloque bajo. Fue el equipo de Segunda al que más pases progresivos le hicieron. Pero era sólido en campo propio, apenas cometía errores y tenía armas para atacar rápidamente. En pocos partidos tuvo sensación de inferioridad. El equipo llegaba rápidamente a último tercio, Carlos Álvarez recibía con varios jugadores por delante, dos hombres abiertos a banda y capacidad para generar situaciones de peligro. El Levante tenía claro su fútbol.
Buenas noches, franjiverdes 😴💚
— Elche Club de Fútbol (@elchecf) August 29, 2025
Sigamos disfrutando del camino ✨ pic.twitter.com/eAltrYtQzQ
El mercado de fichajes cierra este lunes y parece que todas las líneas siguen huérfanas de futbolistas de Primera. Pero también falta que los fichajes ya resueltos puedan vestir la casaca azulgrana. La plantilla necesita centrales altos que ganen duelos aéreos. Para esto han llegado Matturro y Matías Moreno. También requiere de un mediocentro de corte defensivo, pero ese será el rol de Kervin Arriaga. El creador que reclama este equipo es Jon Ander Olasagasti, y el mediapunta con llegada, Iker Losada. También necesita un delantero más, un 'nueve' alto y corpulento capaz de ganar los balones largos que constantemente lanza el Levante. Ese tiene que ser Koyalipou. La plantilla de Segunda es insuficiente. El Levante espera a sus fichajes para empezar a reaccionar.
Lo cierto es que la dirección deportiva ha traído los perfiles que el equipo demandaba. Pero los fichajes siguen siendo una incógnita. La única realidad es que prácticamente todos ellos han llegado inhábiles al inicio de liga. Los únicos sanos desde el principio son Manu Sánchez, Toljan y Víctor García. A estos se les suma Mathew Ryan, el elegido por Calero para ser el portero titular. Manu y Toljan son las dos mejores noticias de este inicio. Pero Víctor no parece ser el extremo que necesita el Levante. La sensación es que el gran deber que ha quedado pendiente este mercado es firmar a uno o dos regateadores, jugadores de recorrido que brinden alternativas y oxigenen el ataque.
Este Levante irreconocible, que no gana duelos ni se impone físicamente, cambiará su imagen con una permuta en el sistema o un gran rendimiento de los fichajes que aún no han estado en perfecta forma física. Si Carlos Álvarez se queda, parece que está será la plantilla del Levante para pelear la permanencia. Héctor Rodas y José Gila intentarán un fichaje de última hora, pero Ettá difícil.