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El Levante paga el precio de jugar con fuego
Los azulgrana, frágiles atrás, sufren en exceso en la segunda parte y se les escapa el triunfo en el tiempo añadido
El Ciutat de València tenía ganas de fiesta. Con el 60 por ciento del aforo permitido, el ambiente ya recordaba al que existía antes ... de la pandemia. Había color. Y llegaba a Orriols un recién ascendido como el Rayo. La coyuntura invitaba a pensar en que era un buen día para que el Levante volviese a ganar en Liga después de cinco meses. Pues no. La hinchada, lejos de celebraciones, despidió al equipo con muestras de enojo. El equipo jugó con fuego durante todo el segundo acto y acabó pagándolo, ya que se le escapó el triunfo en el tiempo de prolongación. Demasiadas concesiones en defensa. Otra vez. Contabilizando la temporada pasada, los de Paco López encadenan 12 jornadas sin conocer la victoria. Urge una reacción.
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El técnico del Silla apostó por un centro del campo con clara vocación ofensiva. Sabía que, en principio, los suyos iban a llevar la batuta del encuentro. Y con esa mentalidad, Pablo Martínez disputó su primer partido como titular en la Liga. El madrileño, quien la pasada temporada exprimió su cesión al Mirandés, se convirtió en la gran novedad y actuó cayendo a la banda derecha dentro de un 4-4-2. En el otro costado, Morales regresó al once. Al igual que un Aitor que se perdió la anterior jornada por sanción.
El duelo arrancó con un ritmo vertiginoso. Los de Paco López volcaban su fútbol en la banda izquierda, donde Morales y Clerc tomaban protagonismo. El Rayo, que ha regresado a la Primera División con descaro y argumentos, no se empecina en el dominio del esférico. El conjunto vallecano vive cómodo al contragolpe, explotando la verticalidad de futbolistas como Álvaro García. El extremo utrerano iba a poner en aprietos a Miramón.
El Rayo, con sus características, tiende a abrir los partidos. Un dinámica arriesgada que, en ocasiones, también interesa al Levante. Los de Paco López tomaban la iniciativa con un juego fluido y ágil. Campaña y Melero se entendían. El sevillano debía ejercer como organizador y mantener la posición, mientras que el madrileño estaba más liberado para asomarse al área rival y desplegar su potencia.
Las claves
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Lesión de Campaña El sevillano se retiró por unas molestias en el sóleo y entre hoy y mañana se someterá a pruebas
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Debut de Pepelu El canterano entró en el minuto 79 sustituyendo a Pablo Martínez y recibió la ovación de la grada
Melero disfruta llegando desde la segunda línea. Sin embargo, no pudo rematar el cuero en una jugada en la que Roger se entretuvo demasiado. La amenaza del Rayo era constante. Y es que, siempre que se acercaba a la portería de Aitor, lo hacía con criterio y mordiente. Ya fuera al contragolpe, su principal arma, o con centros al área. En un córner, Comesaña cabeceó alto.
Un exceso de confianza de Campaña estuvo a punto de costar caro. El sevillano abusó del balón a la hora de iniciar la jugada y le robaron la cartera. Aitor se erigió en salvador en el mano a mano con Nteka. Un minuto después, un latigazo de Isi golpeó en la madera con el arquero vasco completamente vendido, ya que el esférico había sido desviado.
El partido era frenético. Con espacios y constantes alternativas. Y en el minuto 36, todo se puso de cara en un lance que contó con la intervención del VAR. Los granotas reclamaron penalti por manos de Pathé Ciss en una acción a balón parado y Alberola Rojas, tras la revisión en el monitor, señaló pena máxima. Roger Martí no falló y adelantó al Levante. Pero el Rayo no se desconectó del partido. A base de rápidas ofensivas, generaba peligro. El incisivo Álvaro García lo intentaba de chilena. Luego era el turno de Pathé Ciss con un testarazo.
El descanso llegó con un Rayo en crecimiento. Y los de Iraola confirmaron esta inercia en el segundo acto. Apretaban en busca del empate aprovechando su velocidad. Entonces el Levante sufrió un revés, ya que Campaña se tuvo que retirar del campo en el minuto 56 por unas molestias en el sóleo de la pierna derecha. El sevillano se quedó tendido en el césped y se marchó al banquillo con gestos de rabia. Ha reaparecido esta temporada después de casi nueve meses convaleciente. Entre hoy y mañana se someterá a nuevas pruebas médicas. Malsa sustituyó al andaluz y Dani Gómez tomó el testigo de Cantero.
Sin embargo, el Levante comenzó a jugar con fuego, ya que cada aproximación del Rayo olía a gol. Trejo se movía a la perfección entre líneas, resquebrajando la zaga granota. Y Nteka, potencia en estado puro, arrollaba a Róber y Miramón para pisar el área y acabar estrellando el cuero en el palo. Los de Iraola estaban lanzados.
Dimitrievski, en cambio, apenas intervenía. Dani Gómez, ya recuperado, empleó los minutos para reivindicarse aportando ideas e ímpetu. Fue clave en una jugada que terminó en gol anulado de Pablo Martínez. El delantero madrileño estaba en fuera de juego.
El Rayo tenía el control del juego y el Levante sufría demasiado con cada balón que los franjirrojos enviaban al área granota. Paco López movió el banquillo con la idea de ganar consistencia en la medular y, en el minuto 79, Pepelu vivió su debut en Primera. El canterano relevó a Pablo Martínez y recibió la ovación del Ciutat. Esos aplausos se convirtieron en silbidos para el equipo tras el pitido final. En el minuto 93, cuando se acariciaba el triunfo pese a las malas sensaciones, Sergi Guardiola atravesó la defensa granota para rematar a gol un durísimo centro de Bebé. El Levante estuvo muy lejos de las expectativas.
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