Chile se recupera de un apagón que ha dejado sin servicio a 10 millones de personas y sacado el Ejército a la calle

En una declaración institucional cuando el suministro comenzaba a regresar, el presidente de Chile, Gabriel Boric, ha culpado al sector de la empresa privada del masivo corte energético y ha asegurado que es intolerable que su actividad ponga en riesgo a millones de personas. «Lo ocurrido hoy nos indigna. No es tolerable que por responsabilidad de una o de varias empresas se afecte la vida cotidiana de millones de personas«, ha acusado antes de advertir que su Ejecutivo se asegurará de que »los responsables de esta emergencia tengan que responder a la institucionalidad». El sector está prácticamente privatizado en el país andino.

En la misma comparecencia, que se produjo cuando el suministro había sido restablecido en 4.150.000 hogares, un poco menos del 50% del total de afectados, el mandatario ha detallado que el apagón fue «producto de una falla de la empresa ISA Chile». Concretamente, el problema se produjo en uno de los tres sistemas de transmisión eléctrica, que genera 500 KV en la región del norte Chico. Pese a que la normalidad ha comenzado a llegar poco a poco, Boric ha insistido en mantener las medidas de seguridad decretad as para garantizar la «seguridad de las personas». «Sabemos que en algunos sectores está volviendo la luz, hay que actuar con tranquilidad, porque la situación es inestable», concluyó.

Este es el segundo gran apagón que padece Chile en apenas seis meses, después de que en pleno invierno un intenso temporal de lluvia y viento dejara a millones de personas sin electricidad en la capital, algunos durante más de un mes. La situación ahora es la contraria, ya que el país sumido en una ola de calor.

Las autoridades han descartado cualquier tipo de sabotaje, ya fuera informático o de otra naturaleza. «En este momento el llamado es a la calma, que ha sido una falla del sistema, que no estamos siendo objeto de un ataque, que esperamos que pueda reponerse el servicio prontamente y que las empresas y el coordinador eléctrico entregarán más detalles», han tranquilizado.

En Providencia, uno de los barrios más céntricos de Santiago, la situación era desesperada, con la línea principal del suburbano cortada, los semáforos apagados, grandes atascos y las paradas de los buses llenas, sin opciones para regresar a casa. «Llevamos dos horas sin luz y sin señal y estamos esperando a ver si cerramos la tienda y nos podemos ir, pero no podemos comunicarnos con los jefes. La tienda de momento si está abierta y está entrando mucha gente a comprar botellas grandes de agua porque se puede pagar con tarjeta», ha explicado a la agencia EFE Aline, trabajadora de un kiosko. Una situación similar ha vivido Paulo Ortiz, camarero en un restaurante en la céntrica calle Manuel Montt. Ha contado que al principio pensaron «que era el local, luego la cuadra y luego ya 'cachamos' (nos dimos cuenta) de que era en todo el país. Mi jefe es bombero y le llegó un mensaje para que estuviera preparado por si tenía que ayudar en la emergencia».

El apagón también ha obligado a suspender la tercera jornada del Festival Internacional de Viña del Mar, donde estaba prevista como la actuación de Sebastián Yatra o Morat entre otros artistas. La organización, que ha trasladado la cita al próximo 1 de marzo, ha asegurado tener generador propio pero que tomaban la decisión debido a que la seguridad del regreso del público a sus casas no era segura.