Vecinos del Mas del Jutge reclaman a la CHJ una solución para mejorar el barranco

Casi ocho meses después de la devastadora dana que afectó al Mas del Jutge en Torrent, los vecinos siguen esperando respuestas concretas sobre su futuro. Esta semana, una delegación de residentes ha acudido a la sede de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) para exigir explicaciones sobre el estudio del barranco del Saurí, cuyos desbordamientos fueron los que causaron graves daños en sus viviendas y se llevaron vidas humanas por delante.

A esta reunión asistió también el concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Torrent, José Francisco Gozalvo, junto a técnicos municipales, en señal de apoyo institucional a los vecinos.

«El Ayuntamiento está aquí porque todas las administraciones debemos remar en la misma dirección. Es imprescindible que se aclaren los lindes y se defina el proyecto cuanto antes para evitar que los vecinos sigan invirtiendo a ciegas en sus casas», señaló Gozalvo, quien también reconoció que el estrechamiento del cauce podría obligar a ocupar terrenos para ampliar el barranco y prevenir futuros desbordamientos.

Los vecinos trasladaron a la CHJ su angustia por la falta de información y la lentitud del proceso. Una de las portavoces vecinales, explicó que «hay personas que llevan meses viviendo de alquiler, sin saber si podrán volver a su casa ni cuándo. Algunos ya están invirtiendo el dinero de las ayudas en obras sin garantías de que sus casas no queden fuera del futuro trazado del barranco».

Otro de los vecinos afectados, remarcó que «mientras en otros casos como el del metro o los puentes sí se conocen fechas y fases de actuación, nosotros seguimos sin saber nada. No pedimos milagros, solo certezas: si podremos quedarnos en nuestras casas o tendremos que rehacer nuestras vidas en otro lugar».

Durante la reunión, responsables técnicos de la CHJ reconocieron que todavía no existe una solución definitiva, aunque el estudio del barranco del Saurí está en marcha. También apuntaron que será necesario un acuerdo entre administraciones para ejecutar las obras de protección y que algunas zonas, por su estrechez, podrían requerir ocupación de terrenos para garantizar la seguridad.

Además, se explicó que se está tomando como referencia la actuación en otras zonas similares, donde se han adoptado medidas respetuosas con las viviendas existentes.

Los vecinos, aunque agradecieron la atención recibida, salieron de la reunión con la misma incertidumbre con la que entraron. «Sabemos que no hay soluciones mágicas, pero después de ocho meses necesitamos plazos, fases, y una hoja de ruta clara», concluyó uno de los vecinos.

Desde el Ayuntamiento, el concejal Gozalvo reiteró el compromiso municipal: «Estamos aquí, no solo como institución, sino como vecinos que comparten la angustia de quienes lo han perdido todo. Seguiremos presionando y colaborando con el resto de administraciones para que se dé una respuesta justa y rápida».

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