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Policías armados custodian el cementerio parroquial de Torrent
Los agentes disponen de un detector de metales que se utiliza aleatoriamente y el día 1 la entrada se blindará con arcos de seguridad
Ada Dasí
Torrent
Lunes, 31 de octubre 2022
Entre estupor y sorpresa, así entraban estos días los ciudadanos al cementerio parroquial de Torrent para visitar a sus difuntos. La razón son los policías armados que custodian las puertas cuando se cumple un año del tiroteo que acabó con la vida de dos personas en el recinto sagrado por un enfrentamiento entre clanes rivales.
Los policías nacionales, cargados con escopetas, también disponen de una detector de metales que utilizan aleatoriamente para evitar que los visitantes accedan con cualquier tipo de objeto que pueda servir como arma. Hasta esta mañana todo estaba tranquilo, sin altercados de seguridad, solamente una persona que ha sufrido un desmayo y que ha sido atendida por los voluntarios de Protección Civil, que han llamado a los servicios sanitarios.
El Ayuntamiento de Torrent organizó un dispositivo especial para estas fechas con el fin de evitar que el camposanto vuelva a ser un escenario de sangre. Una veintena de agentes han estado vigilando el recinto estos días y mañana se aumentarán hasta los 24, con el fin de crear un efecto disuasorio. Esta presencia policial se reforzará con una arco de seguridad en la entrada y medios aéreos se sumarán a la vigilancia con un dron y un helicóptero.
Mayor seguridad
Los ciudadanos han ido entrando sin mayores problemas, algunos cargados con flores y macetas y otros acompañando a sus progenitores para visitar a sus difuntos. «Está bien que vigilen después de lo que pasó el año pasado», comenta un vecino de Torrent, que llevaba del brazo a su madre.
Otra vecina, apunta que «por una parte te da mayor tranquilidad pero por otra impresiona que vengas al cementerio y te veas a una policía con una escopeta». No obstante, el sentir general era el de «seguridad» con la presencia de los agentes en el recinto. «Esperamos que este año no pase nada», señala otra persona, aunque hay otros despistados que preguntaban a qué se debe este férreo control.
Opiniones para todos los gustos, pero en la memoria colectiva no se olvida el terrible suceso que tiñó de sangre el día de Todos los Santos y se llevó por delante a una víctima inocente, un hombre de 76 años que fue a dejar flores en la tumba de su mujer y que jamás regresó a casa.
El enquistado enfrentamiento entre dos clanes rivales, los Bocanegra y los Marco, fue la causa del incidente que ha marcado este lugar sagrado para siempre. Sobre las diez de la mañana del 1 de noviembre de 2021 se produjo un encuentro entre familiares de ambos bandos en el camposanto y tras una discusión, hubo un tiroteo en el que falleció Antonio, de 45 años y, primo lejano de los Marco, y dejó herido en la pierna a su hijo, Pedro, de 20 años.
El suceso conmocionó Torrent y se vivieron semanas de gran tensión y expectación por la sed de venganza que se teme que se repita coincidiendo con esta fecha.
