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Urgente Largas colas en la V-30 entre Mislata y Vara de Quart en la mañana de este viernes
Pista polivalente del polideportivo de Massanassa. LP
RADIOGRAFÍA DE LOS MUNICIPIOS DANA UN AÑO DESPUÉS

Massanassa, la necesaria recontrucción emocional y de infraestructuras

“Entre la solidaridad de sus vecinos y el impulso de nuevas inversiones, Massanassa da pasos firmes hacia la recuperación.”

Nacho Roca

Massanassa

Martes, 23 de septiembre 2025, 09:15

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El foco principal del Ayuntamiento ha sido garantizar la reanudación de la actividad educativa. El alcalde, Paco Comes, asegura que «ya tenemos a los colegios en aulas prefabricadas y el instituto pudo comenzar con normalidad el curso en San José», tras la demolición del centro educativo Luis Vives, gravemente afectado por la dana, donde murió un trabajador el 24 de noviembre a causa del derrumbe de una parte del colegio.

Otro de los puntos fuertes ha sido la reapertura del Polideportivo desde el pasado fin de semana, donde ya están operativas las pistas de deporte. Además, se ha intensificado la limpieza y el mantenimiento de los imbornales, clave para minimizar riesgos ante posibles lluvias de otoño. También se ha aprobado una memoria sobre aceras, mobiliario urbano y plazas, que ejecutará la empresa pública TRAGSA. Paralelamente, avanza una auditoría para evaluar el estado de los colectores, con una inversión prevista de hasta cuatro millones de euros financiados por el Ministerio de Medio Ambiente. El Ayuntamiento ha afrontado con recursos propios algunas reparaciones urgentes, aunque Comes reconoce que «al final necesitamos el dinero del Estado, presupuestariamente es imposible llegar a todo».

A nivel autonómico, la Generalitat ha impulsado diversas actuaciones, entre ellas, la reconstrucción del puente que cruza el barranco del Poyo entre Catarroja y Massanassa, ya en servicio desde junio con una inversión de 500.000 euros, y la rehabilitación de un tramo de 650 metros de la CV-4126 y de la rotonda del cementerio de Alfafar, con un presupuesto de 1,3 millones de euros. Además, Massanassa participa en el plan de reparación del alcantarillado, dotado con 134,75 millones para trece municipios, y en un plan extraordinario de gestión de residuos, con 59,65 millones destinados a los puntos de transferencia y acopio de varios municipios de l'Horta.

El pequeño comercio ha sido uno de los sectores más castigados, con 222 locales del casco urbano quedaron anegados y no pudieron abrir el 30 de octubre de 2024. «A día de hoy, unos 160 ya han reabierto y la mayoría prevé hacerlo en los próximos meses», explica el alcalde. Para facilitar la recuperación, el consistorio eliminó el pago del IBI de 2024 para las empresas del polígono industrial, más de 350, y lanzó ayudas directas a autónomos y pymes.

Las cifras se combinan con la vida cotidiana de vecinos que aún arrastran secuelas. Consuelo Ariza, de 73 años, recuerda la impotencia de aquel día que «estaba en Granada cuando ocurrió, pero al volver me encontré los garajes destrozados y los coches en la calle. El consorcio debía asumirlo, pero a estas alturas seguimos igual».

Miguel, vecino de un tercer piso en la calle Torrent, describe con crudeza cómo el agua lo arrasó todo, «en diez o quince minutos todo se convirtió en un lago. El agua se llevó los coches con una fuerza tremenda. Estuvimos sin ascensor quince días; para la gente mayor fue un drama», mientras que Marcos Portalvez perdió su vivienda de planta baja, construida hace solo dos años. «Mi mujer y mis hijos fueron por instinto a casa de mi hermana, a un segundo piso. Si hubieran estado dentro, no lo contarían», recuerda.

La dimensión psicológica de la dana también es evidente. María, psicóloga y vecina de la calle San Miguel, vivió en primera persona el desastre. «Estábamos trabajando cuando el agua comenzó a filtrarse. En cuestión de minutos la puerta estalló por la presión y el agua entró a raudales. Nos subimos a las mesas, pero no había otra opción que salir. Una furgoneta casi se incrusta en nuestra puerta. Pasamos la noche refugiados en un portal, sin poder contactar con la familia. Solo al amanecer pude confirmar que estaban bien».

Once meses después, María detecta ansiedad y miedos entre los más pequeños. «Veo muchos niños con miedo a la lluvia, aunque aquel día no llovió. También hay adultos que tiemblan solo con recibir una alerta en el móvil. Es importante no aislarse, mantener la rutina, estar con la familia y, sobre todo, saber que lo principal es ponerse a salvo y buscar altura. Eso ya lo hemos aprendido».

La reconstrucción no se limita a las infraestructuras. El Ayuntamiento ha reforzado el área de bienestar social con psicólogos y programas de acompañamiento, y ha activado iniciativas para mayores, como talleres de memoria, gimnasia y el programa Massanassa Camina.

Carreteras rurales y la rehabilitación integral de los colegios son tareas todavía pendientes. La magnitud del desastre obliga a pensar en un horizonte de recuperación de varios años, con la necesidad de mantener un esfuerzo continuado. De este modo, Massanassa avanza paso a paso hacia la normalidad, entre el impulso vecinal y las inversiones públicas. Pero el recuerdo de aquella jornada sigue presente, como advertencia de que la prevención y la planificación son imprescindibles ante la fuerza de la naturaleza.

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Massanassa, la necesaria recontrucción emocional y de infraestructuras