Beniparrell formalizará la compra del claustro del siglo XVIII con el arzobispado tras tres años de espera
Finalmente, se ha encontrado la fórmula para firmar el contrato de adquisición del ala norte del edificio de las Carmelitas por 70.000 euros
Ada Dasí
Beniparrell
Jueves, 3 de febrero 2022, 01:56
El ala norte del claustro del convento de las Carmelitas de Beniparrell, que data del siglo XVIII y está declarado como Bien de Relevancia Local, pasará a formar parte del patrimonio municipal en breve. Después de tres años de trámites, el Ayuntamiento y el arzobispado han encontrado la fórmula legal para segregar la propiedad y formalizar su compra por 70.000 euros.
Una vez en manos municipales, el objetivo es rehabilitar todo el conjunto, que también incluye dos casas adquiridas en años anteriores, devolviéndolo a su estado original, y ganar un nuevo espacio para uso público, aunque esta actuación ya supone una mayor inversión que según las primeras estimaciones superaría los tres millones de euros, por lo que se espera poder recurrir a subvenciones de otras administraciones públicas.
De momento, una vez formalizado el contrato el presupuesto municipal de este año contempla una partida de 90.000 euros para su adquisición, los trámites administrativos y el registro de la propiedad, entre otros. El resto se empleará en eliminar los elementos que son impropios y en estabilizar la estructura.
Proyecto de 2017
El proyecto para la recuperación del conjunto se redactó en 2017 y ahora se trata de «ponerlo al día», como explica el alcalde Voro Masaroca, «para poder disfrutar de esta joya que estaba escondida», ya que el claustro permanecía dentro de dos casas junto a la iglesia y se sacó a la luz hace dos décadas cuando los propietarios de una de ellas solicitaron una licencia de demolición.
Ahora, ambas ya han sido adquiridas por el Ayuntamiento como parte del claustro y aunque en un principio se proyectó derrumbar una de las paredes para ganar espacio en la plaza del Barón, la conselleria lo echó atrás, tras realizar unas catas arqueológicas, para la protección de los elementos de interés que forman parte del muro.
El acuerdo con el arzobispado implica que el dinero recaudado se destine a reparar el tejado de la iglesia de Santa Bárbara que sufre goteras importantes y el cambio de iluminación.
