El Aquagym se convierte en un aliado contra la soledad en mayores de Ballesol Patacona
La residencia organiza sesiones de gimnasia acuática, taichí y terapias en el agua para mejorar la salud física y emocional de sus residentes de entre 75 y 90 años
Nacho Roca
Alboraia
Viernes, 1 de agosto 2025, 11:46
La soledad no deseada es una de las principales preocupaciones entre las personas mayores: nueve de cada diez consideran que se trata de un problema social grave que puede derivar en enfermedades físicas y mentales. Para combatirla, la residencia Ballesol Patacona ha puesto en marcha este verano un programa de actividades en el agua que incluye sesiones de Aquagym, Taichí y gimnasia acuática.
En cada grupo participan ocho residentes, con edades comprendidas entre los 75 y los 90 años —algunos superan incluso esa franja—. Las sesiones se desarrollan entre la piscina adaptada de la residencia y la playa de Alboraya, donde los mayores practican ejercicios de flotabilidad con material auxiliar, movimientos laterales, flexiones de brazos y rutinas de yoga acuático.
«Las actividades grupales como el aquagym, la natación o el baile acuático ayudan a reducir el riesgo de soledad al generar apoyo social y sentido de pertenencia», explican Andrea Bailo, fisioterapeuta, y Javier Simarro, Técnico de Animación Sociocultural (Tasoc), responsables de la iniciativa.
La piscina de Ballesol Patacona cuenta con rampa de acceso y está equipada con material adaptado para personas con movilidad reducida o discapacidad. Este entorno facilita la práctica de ejercicio físico en un medio seguro y controlado.
Para los profesionales de la residencia, el agua es un contexto ideal: «Permite superar barreras físicas y sociales, evita el aislamiento y favorece la creación de redes de apoyo», señalan Bailo y Simarro.
Las actividades se distribuyen a lo largo de la semana: lunes, miércoles y viernes se celebran sesiones de Aquagym y Taichí en la piscina adaptada, mientras que los martes y jueves los participantes se desplazan a la playa para realizar terapia acuática.
La evidencia científica respalda los beneficios del ejercicio en el agua para las personas mayores. Se trata de actividades de bajo impacto articular, ideales para quienes tienen movilidad reducida o problemas musculoesqueléticos. También mejoran el estado de ánimo y reducen el estrés gracias al efecto relajante del agua y a la liberación de endorfinas. Además, fortalecen el sistema cardiovascular y la musculatura, contribuyendo a mantener la autonomía de los mayores.
Otro de los grandes beneficios es el social. Las sesiones grupales facilitan la interacción, crean vínculos y reducen el aislamiento. «Participar de forma regular en estas actividades genera un sentimiento de utilidad y pertenencia. La autoestima y la motivación de los residentes mejoran de manera significativa», destacan los profesionales.
Rosario, de 84 años, es una de las participantes más activas. Llegó a Ballesol Patacona con una movilidad muy reducida y un estado de ánimo bajo. Tras un periodo de rehabilitación en el gimnasio, el equipo le animó a sumarse a las actividades acuáticas. «Al principio no me convencía, pero ahora no me pierdo una sesión», reconoce.
Rosario participa en clases de aquaeróbic en la piscina adaptada y lleva su 'noodle' y su andador a la playa para ejercitarse en el mar. «Si no hubiera estado aquí me habría quedado postrada en la silla de ruedas. Es un esfuerzo, pero la recompensa es enorme: tener salud y sentirme acompañada», asegura.
El caso de Rosario ilustra el verdadero objetivo de este programa: utilizar el agua como herramienta de bienestar físico, emocional y social para que las personas mayores puedan vivir con mayor calidad de vida y menos soledad.