Kiko Rivera anuncia tras su divorcio que «no voy a sacar partido económico ni iré a televisión a hablar de mi vida»
Comunicado oficial ·
El hijo de Isabel Pantoja e Irene Rosales rompen su relación tras 9 años de matrimonio tras tener dos hijas en comúnKiko Rivera ha anunciado oficialmente su separación de Irene Rosales tras más de una década juntos y dos hijas en común. El hijo de Isabel Pantoja ha querido dejar claro desde el primer momento que no convertirá este delicado episodio en un espectáculo mediático: «Quiero dejar claro algo desde el principio: no voy a sacar partido económico de esta situación, ni voy a acudir a televisión para hablar de mi vida privada»
Rivera asegura en su comunicado que «me ha costado mucho llegar a esta paz mental, y por eso hoy escribiré estas palabras… y después comenzaré a adaptarme a mi nueva vida».
La historia de amor entre Kiko Rivera e Irene Rosales comenzó en 2012. Ella, sevillana y de carácter discreto, se convirtió pronto en una figura clave en la vida del hijo de Isabel Pantoja. A lo largo de los años, Irene ha sido un apoyo constante en las etapas más complicadas de Kiko, aportando serenidad y estabilidad. Su relación se consolidó rápidamente, y en 2014 nació su primera hija, Ana. Un año después, en 2015, sellaron su compromiso con una boda celebrada en Sevilla, rodeados de familiares y amigos. En 2016 ampliaron la familia con la llegada de su segunda hija, Carlota.
En su comunicado, Rivera subraya que la decisión de separarse no ha sido sencilla, pero sí necesaria: «Después de 11 años de relación y dos hijas en común, mi mujer y yo hemos decidido separar nuestros caminos». Y añade que lo hacen «con respeto, con gratitud y con la certeza de que lo más importante seguirá siendo lo mismo: nuestras niñas».
El artista insiste en que, pese al final de la convivencia, la prioridad compartida de ambos será el bienestar de sus hijas. «Ellas son la mayor prueba del amor que hubo, y seguirán siendo el motor que nos una de por vida. Seremos padres siempre, y ese lazo no se rompe con una separación», afirma en un tono sereno y maduro.
La pareja ha sabido mostrarse unida también en la adversidad, como ocurrió cuando Irene sufrió la pérdida de sus padres en un breve periodo de tiempo. Kiko permaneció a su lado, reforzando así la imagen de una familia sólida y entregada.
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El comunicado íntegro
«Quiero dejar claro algo desde el principio: no voy a sacar partido económico de esta situación, ni voy a acudir a televisión para hablar de mi vida privada.
Me ha costado mucho llegar a esta paz mental, y por eso hoy escribiré estas palabras… y después comenzaré a adaptarme a mi nueva vida.
Después de 11 años de relación y dos hijas en común, mi mujer y yo hemos decidido separar nuestros caminos.
No es fácil. Nunca lo es. Tomar la decisión correcta a veces es lo más difícil, pero también lo más necesario. Y en este caso, lo hacemos con respeto, con gratitud y con la certeza de que lo más importante seguirá siendo lo mismo: nuestras niñas.
Ellas son la mayor prueba del amor que hubo, y seguirán siendo el motor que nos una de por vida. Seremos padres siempre, y ese lazo no se rompe con una separación.
Hablo desde la madurez de aceptar que a veces soltar es la mejor manera de cuidar lo que realmente importa. Lo vivido queda en el corazón, y lo que viene, aunque diferente, puede ser más sano, más real y más honesto.
Hoy cierro un capítulo con gratitud, pero abro otro con esperanza.
La vida continúa, y estoy convencido de que lo mejor aún está por llegar. Porque a veces lo que más duele es lo que finalmente nos hace más fuertes.
Hoy no empieza un final, empieza una transformación. La vida me ha enseñado que incluso en medio del dolor hay lugar para la gratitud, y que de cada cambio nace una oportunidad. El futuro es incierto, sí, pero también está lleno de posibilidades, y voy a recibirlo con la fuerza de alguien que sabe que lo más valioso ya lo tiene: mis hijos y la paz de haber hecho lo correcto».
Una nueva vida
Hoy, Rivera afronta un nuevo comienzo con esperanza: «Hoy cierro un capítulo con gratitud, pero abro otro con esperanza».