Las hambuguesas gourmet que triunfan en Valencia

Sobre el mostrador están expuestas las decenas de variades de hambuguesas por las que acuden decenas de clientes cada día. «Tenemos más de 90 clases: desde cordero con menta, buey, ternera con cebolla caramelizada, angus, de foie, con boletus, espinacas, verduras frescas...», comenta Ernesto Vilar, dueño del negocio. Los chuletones de carne madurada son otro de los productos más vendidos del negocio.

Esta tienda es otra de los que tiene historia. El bisabuelo de Ernesto ya tenía su negocio de carne en las calles adyacentes al mercado. Más tarde, su abuela Filo (que da nombre a la tienda) lo heredó y se hizo cargo. Más tarde pasó a su padre y se hicieron con una de las paradas cuando el edificio no se había ni alzado. Son los titulares más antiguos.

Ahora Ernesto lleva la parada junto a Raquel, una de las vendedoras más conocidas del lugar por su buen humor y carisma. «¿Te pongo lo de siempre?», pregunta a una de las clientas que se acerca. Raquel es de esas carniceras que memoriza a cada una de las personas que se acercan a su mostrador. Se acuerda de todos los compradores y del tiempo que hace que no pasan por ahí.

Ernesto es claro cuando se le pregunta por el futuro del mercado: «Está muerto». ¿Las causas? «Tenemos pocas ayudas, mucha presión fiscal, la luz altísima...Trabajamos dos personas para lo que deberían hacer cuatro», explica y añade: «Me levanto a las 6 de la mañana, son las 5 de la tarde y no he parado ni a comer. Ser autónomo es muy duro».

Ellos hace tiempo que apuestan por la tienda online mediante Internet o plataformas digitales. «Las generaciones que acostumbraban a comprar en el mercado están dejando de existir», comenta Ernesto. Es por eso que se pueden realizar pedidos también a través de su página web.

Además hacen colaboraciones con bodegas de vino, catas personalizadas y cursos de maridaje, donde enseñan a combinar la carne.

Sea como sea, lo que es seguro es que el mercado de Ruzafa no sería lo mismo sin Carnes Filo.