Trump notificará por carta «en un par de días» a Bruselas a cuánto asciende el nuevo arancel
El presidente insiste en que la fecha del 1 de agosto es inamovible y no habrá más prórrogas
En un momento en el que desde Bruselas comenzaban a aflorar señales de acercamiento hacia Washington con vistas a un posible acuerdo comercial, Donald Trump ... se encargó este martes de frenar en seco cualquier expectativa a corto plazo. El presidente de Estados Unidos advirtió que la Comisión Europea será tratada como cualquier otro país destinatario de sus cartas arancelarias y no tendrá un trato preferencial. Según adelantó, el Ejecutivo Von der Leyen recibirá «en un par de días» la notificación oficial con los términos de las nuevas barreras aduaneras.
El presidente de Estados Unidos, en otro ejercicio de política-espectáculo y escenificaciones calculadas, mantiene así en vilo a una Comisión Europea que hasta ayer mismo apuntaba a la posibilidad de cerrar un preacuerdo comercial de manera inminente. El propio comisario de Economía, Valdis Dombrovskis, señaló a la necesidad de sellar un pacto que acabe «cuanto antes» con la incertidumbre de este pulso comercial. El último giro de guion, sin embargo, deja en evidencia la fragilidad que en este momento atraviesan las relaciones transatlánticas.
Pese a las habituales descalificaciones contra la Unión Europea –que Trump considera que fue creada para «arrebatar dinero» de EE UU–, lo cierto es que el líder republicano rebajó de alguna manera el tono contra el Ejecutivo comunitario. El inquilino de la Casa Blanca aludió a que la UE está siendo «muy amable» en las negociaciones, aunque por ahora este reconocimiento no se ha traducido en ninguna medida tangible, ni en el campo de la política comercial ni en ningún otro como la defensa o la cooperación institucional.
Todo indica que la Comisión Europea recibirá en los próximos días una carta formal en la que se le advertirá de que, si las negociaciones no prosperan, deberá asumir un arancel cercano al 20%. Se trata del mismo porcentaje que se le asignó en el denominado 'Día de la Liberación', y que ahora se utiliza como base de referencia para fijar los nuevos gravámenes –cada país con su propio umbral, determinado entonces por Washington de forma unilateral.
La estrategia de Trump, en cualquier caso, pasa por deshojar la margarita paso a paso y seguirá enviando misivas a los diferentes países durante esta semana –que en algunos casos ascenderán a un 70% de arancel– , manteniendo al mundo en vilo ante un conflicto que podría colapsar los flujos globales de comercio. Sin embargo, los mercados aún no han reaccionado con contundencia, anestesiados por las constantes rectificaciones y giros de guion del propio presidente
Las rectificaciones han sido tantas que en Estados Unidos ha empezado a circular el acrónimo 'TACO' —por 'Trump Always Chickens Out' (Trump siempre se echa atrás)—, un apodo que irrita profundamente a un presidente enfocado en resaltar su perfil implacable. Decidido a sacudirse de esa imagen, insistió en que, esta vez, los aranceles comenzarán a aplicarse de forma ineludible el próximo 1 de agosto.
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