Innovación valenciana: Spin-offs que transforman la investigación en soluciones de mercado
La Comunitat se consolida como un foco de innovación con 124 spin-offs que impulsan la transferencia de conocimiento desde las universidades al tejido empresarial.
No todas las secuelas son mejores que las originales, pero cuando una spin-off televisiva como Better Call Saul logra llegar al nivel de Breaking ... Bad, o cuando un personaje como Amador Rivas se convierte en un icono televisivo a la altura de los personas de Aquí no hay quien viva, nos damos cuenta del potencial que tienen estas 'segundas oportunidades'. En el mundo empresarial, estas 'separaciones' también existen, y se llaman spin-offs. No son tan dramáticas como Ana de Armas siguiendo los pasos de Keanu Reeves en Ballerina, pero sí igual de impactantes en sus respectivos campos. Y, al igual que en el mundo del entretenimiento, en el ámbito académico y de la investigación, algunas spin-offs pueden incluso superar en éxito e impacto a las organizaciones de las que surgieron, llevando la innovación a nuevas cotas.
Más allá de ser una fuente inagotable de talento para las empresas, las universidades valencianas albergan un potencial aún mayor: la creación de spin-offs. Estas empresas, nacidas de la investigación académica, están transformando el panorama económico al llevar innovaciones disruptivas desde el laboratorio hasta el mercado, demostrando que la colaboración entre la academia y el sector privado puede generar un impacto mucho más profundo que la simple provisión de mano de obra cualificada. Una spin-off es una empresa de nueva creación que nace a partir de una institución (normalmente una universidad o centro de investigación) con el objetivo de aprovechar comercialmente el conocimiento, tecnología o resultados de investigación desarrollados en ese entorno. En esencia, permiten transferir a la sociedad los avances científicos surgidos del mundo académico mediante productos, servicios o soluciones innovadoras, convirtiendo el conocimiento en valor económico y social.
El ecosistema de spin-offs en España está en pleno desarrollo y cuenta ya con 1.210 compañías deep tech, que dan trabajo a 12.200 profesionales cualificados. Estas son algunas de las principales conclusiones del informe 'El ecosistema de spin-offs deep tech en España', impulsado por Mobile World Capital Barcelona en colaboración con Deloitte, que analiza el impacto de las empresas surgidas de tecnologías desarrolladas por universidades y centros de investigación, las spin-offs deep tech, en España. El informe describe una mayor concentración de spin-offs deep tech en Cataluña (29%), Madrid (26%) y Valencia (10%). Aun así, el impacto de la spin-off se extiende a todo el territorio español y alcanza en el conjunto del estado una facturación anual de 2.000 millones de euros, lo que corresponde a una facturación media de 1,67 millones de euros por empresa.
Para este estudio se ha analizado el conjunto de spin-offs deep tech creadas en España hasta el año 2023, profundizando en aspectos clave como la evolución en la creación de nuevas spin-off, el impacto económico, la ocupación del sector o las tecnologías emergentes sobre las que este tipo de compañías basan su modelo de negocio. Los datos del informe revelan que el ecosistema de las spin-offs deep tech en España cuenta con 1.210 compañías. Cataluña, con 355 spin-offs, y Madrid, con 319, son los dos polos de incubación de spin-offs deep tech. Completan el top 10 de comunidades con mayor número de spin-offs la Comunidad Valenciana (124), Andalucía (120), el País Vasco (92), Castilla y León (41), Murcia (31), Galicia (29), Navarra (23) y Aragón (21).
Las universidades y centros de investigación juegan un papel crucial en el surgimiento de las spin-offs deep tech. Estas instituciones no solo generan conocimientos científicos avanzados, sino que también facilitan la creación de empresas que llevan este conocimiento al mercado. Las tecnologías predominantes en los modelos de negocio de las spin-offs deep tech en España son biotecnología (18 %), tecnologías de la salud, (16 %), internet de las cosas (IoT), edge computing, tecnología 5G, seguridad y sensores (15 %), analítica avanzada y big data (8 %) e inteligencia artificial, aprendizaje automático, visión artificial y aprendizaje profundo (7 %). Por otro lado, los sectores de mayor concentración de spin-offs deep tech en España son los de salud (35 %), TIC y digital (17%), Industria 4.0 (12 %) y energías limpias (12%).
Las spin-offs del ecosistema deep tech en España emplean, de media, a 10 profesionales por empresa. En total, generan 12.200 puestos de trabajo de alto valor. La tasa de ocupación media por spin-off supera en un 66 % a la media de ocupación registrada para las pequeñas y medianas empresas en la UE (6 empleados) y en más de dos veces la ocupación media de las pymes españolas (4,7 empleados).
Las spin-offs se insertan en el tejido empresarial y tienen un gran potencial de impacto en diferentes áreas de la economía y la innovación tecnológica. La facturación media de este tipo de compañías es de 1,67 millones de euros en nuestro país. Gracias a las ventajas competitivas que ofrecen las tecnologías emergentes, las spin-offs deep tech superan el volumen de ingresos medios de las pymes y de las start-ups.
Spin UPV, un catalizador para la innovación universitaria
La tradicional desconexión entre la investigación académica y su aprovechamiento empresarial es cada vez menos pronunciada, gracias a iniciativas como Spin UPV de la Universidad Politécnica de Valencia. Este programa se ha convertido en un catalizador para transformar el conocimiento y los resultados científico-tecnológicos generados en la universidad en empresas reales, impulsando así la renovación y el impacto en el tejido económico valenciano. Fernando Conesa, director de UPV Innovación, la Oficina de Transferencia de Conocimiento de la Universidad Politécnica de Valencia, explica que las spin-offs académicas «provienen de la investigación universitaria». El objetivo, según Conesa, es «transferir esos resultados, en lugar de a una compañía existente, crear una nueva empresa que las explote. A veces, las compañías existentes lo ven muy arriesgado o no sabrían cómo hacerlo y es necesario crear una nueva empresa».
Conesa destaca que Spin UPV ha adoptado un enfoque proactivo para fomentar la creación de spin-offs. «Hace unos años decidimos que no debíamos ser reactivos, esperando a que un profesor emprendedor quisiera crear una empresa, porque hay muy pocos profesores emprendedores», señala. «Nuestro tejido académico no ha cultivado el emprendimiento entre sus profesores. Por eso, vamos al profesor y le decimos: nos gustaría explorar la creación de una empresa». El programa Spin UPV se encarga de identificar proyectos con potencial empresarial y de buscar a las personas adecuadas para desarrollarlos. «Analizamos los resultados de la investigación, que normalmente se patentan si tienen interés industrial, y si vemos que por sus características son 'spin-offeables', buscamos personas que desarrollen el negocio como empresa, que sepan de empresa, porque el investigador es experto en su campo, pero no en cuentas de resultados o temas fiscales», añade Conesa.
Conesa también subraya la importancia de la financiación y el tiempo necesario para que una spin-off se consolide. «Es necesario invertir mucho en los resultados de la investigación para que lleguen al mercado. Son cosas que han salido del laboratorio, pero hay que llevarlas a condiciones reales y generar un prototipo», explica. «Pasar de cosas de laboratorio a cosas de mercado lleva bastante tiempo, y es una de las grandes dificultades de estas compañías». Con cinco ediciones a sus espaldas, Spin UPV ha logrado crear una media de tres empresas al año. Conesa nos habló de tres de las últimas spin-offs surgidas del programa: Akisei, HYPIC y Argos.

Tres casos de éxito en Valencia

¿Ejemplos de innovación valenciana que respondan al perfil spin-off? Veamos tres casos de éxito. El primero es Argos, que ha desarrollado un sistema de detección de vehículos de movilidad personal (bicicletas, patinetes, etc.) que circulan por los carriles bici. El sistema identifica la huella del vehículo, su dirección y velocidad, proporcionando a los ayuntamientos información valiosa para regular el tráfico en estos carriles. La invención se implementa en una losa que se coloca en el carril bici, ofreciendo una alternativa más económica y de menor mantenimiento que las cámaras de visión. Segundo ejemplo, Akisei, una empresa que ha creado un software en formato de juego dirigido a adolescentes para desarrollar aspectos clave de su inteligencia emocional. Basada en investigaciones que vinculan la inteligencia emocional con la salud mental, busca fortalecer la salud mental de los adolescentes a través de este innovador programa. Y tercer caso, HYPIC: esta spin-off se dedica a la fabricación de circuitos fotónicos híbridos para la creación de láseres con aplicaciones en sistemas de visión de coches y otras aplicaciones industriales. La tecnología de HYPIC ofrece ventajas significativas en la fabricación de dispositivos láser. Estas tres empresas son solo una muestra del potencial innovador que se está generando en la Universidad Politécnica de Valencia gracias al programa Spin UPV.
Aunque el camino para transformar una investigación académica en una empresa exitosa no es fácil, iniciativas como Spin UPV están allanando el terreno y fomentando la creación de un ecosistema de spin-offs en la Comunitat Valenciana. Como concluye Fernando Conesa: «La renovación del tejido económico debe basarse en empresas con una base de conocimiento e investigación. Necesitamos empresas en biotecnología, en espacio, en nuevos materiales. Eso debe venir de los centros académicos, y estos deben organizarse para ser capaces de producir esas empresas». Además, Conesa destaca el papel de las spin-offs como validadoras de tecnología para las grandes empresas: «Las empresas grandes, al final, prefieren comprar empresas pequeñas. No quieren las patentes directamente de la universidad, sino que alguien haya validado la tecnología y la haya puesto en el mercado. Por eso, las empresas grandes acuden a programas de 'Open Innovation' y buscan startups o spin-offs que validen la tecnología antes de incorporarla a sus corporaciones».
Con iniciativas como Spin UPV, la Comunitat Valenciana está sembrando las semillas de un futuro económico más innovador y diversificado, donde la investigación académica se transforma en soluciones reales para los desafíos del siglo XXI.
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