El año 2025 empezó con una subida del IPC de un 2,9%, una décima más que en diciembre del año pasado. Los precios de los productos y servicios no aflojan, y la bombona de butano no iba a ser la excepción.
Su precio se ha encarecido un 6,19%, hasta alcanzar los 17,67 euros, tal y como aparece reflejado en la última resolución del Boletín Oficial del Estado (BOE), publicada el pasado 18 de marzo. Esta es la cuarta subida consecutiva desde el pasado mes de septiembre. Este coste se mantendrá hasta el próximo 20 de mayo, fecha en la que tenga lugar la próxima revisión.
El precio de la bombona de butano se revisa cada dos meses, considerando factores como la cotización internacional del butano y propano, los costes de transporte (fletes) y el tipo de cambio euro-dólar. En concreto, el incremento de esta última revisión se debe principalmente a un ascenso en la cotización de las materias primas (+4,89%), y en el coste de comercialización (+14,27%), e incluye, asimismo, 20 céntimos de euro adicionales por envase, recoge Europa Press de fuentes del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.
Hasta ahora las subidas y bajadas del precio de la bombona de butano estaban limitadas al 5%, pero a través de la orden TED/211/2025, del pasado 4 de marzo, dicho límite se puede superar temporalmente para garantizar el suministro a los consumidores.
El gas licuado de petróleo (GLP) envasado es una mezcla de hidrocarburos, principalmente compuesta de butano, que sirve como alternativa al gas natural para su consumo energético en envases a presión, especialmente en poblaciones o núcleos urbanos sin conexión a la red de gas natural.
En la actualidad, anualmente se consumen 64,5 millones de envases de GLP de distintas capacidades. Se trata de un combustible en retroceso: desde 2010 hasta 2021, el consumo total de GLP envasado ha descendido más de un 25%.
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