Así subirán cada año las pensiones con la nueva reforma

Hace semanas adelantó el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, que su intención era que las nuevas pensiones se aprobaran en las Cortes «antes del verano«. Empezado ya junio, se reduce el periodo de tiempo disponible para que los trámites legales permitan que los diputados voten para refrendar, o no, el pacto alcanzado entre Gobierno y sindicatos. Esta semana se presenta como decisiva e incluso los últimos flecos podrían solventarse »en cuestión de días«. Durante los últimos días ha quedado claro que finalmente la reforma de las pensiones no implicará una reversión general como pretendía el ministro Escrivá desde su entrada en vigor. Todo lo contrario. Las nuevas pensiones, con aspectos determinantes para los actuales y futuros jubilados, se aplicará «por fases».

Escrivá y los agentes sociales ultiman durante estos días los últimos flecos que faltan por acordar en lo que es la redacción de la nueva reforma de las pensiones. El ministro de Seguridad Social detalló que «en lo programático» el acuerdo estaba alcanzado, pero que faltaba limar el texto final que deben aprobar las Cortes Generales. Con el paso de las semanas y de los meses el efecto esperado de la reforma de las pensiones se ha diluido. El tiempo que las partes han tardado en alcanzar los acuerdos correspondientes ha derivado en que las nuevas jubilaciones tengan que entrar en vigor en diferentes fases, por lo que en un primer lugar entrara un paquete básico en el que aún se desconoce si estará el factor de sostenibilidad, «concesión del Gobierno« vendida por los sindicatos hace días, pero rechazada por el propio Ejecutivo como propuesta admitida.

Finalmente las jubilaciones anticipadas serán castigadas pero en menor medida de la planteada inicialmente por el Gobierno. Sí se aplicarán los coeficientes reductores de forma mensual en los dos años previos a la edad real de jubilación, pero no serán tan agresivos a la hora de restar cuantía total de pensión a ingresar mensualmente. También se premiara lo que se ha definido como jubilación demorada, es decir, cuando un trabajador supere la edad de jubilación para seguir trabajando. En su momento se habló de premios de hasta 12.000 euros anuales para los que opten por la jubilación demorada.

De los pocos detalles que se conocen a la perfección, hasta la fecha, de las nuevas pensiones será la forma en la que aumentará la cuantía anual asignada a un pensionista. La prestación concedida según los cálculos de cotización y empleo será mayor cada año. Eso ya se ha acordado entre Gobierno y agentes sociales, así como el método establecido.

Las pensiones subirán de forma anual, como ocurre actualmente, pero lo que cambiará con la entrada en vigor de las nuevas pensiones será la forma en la que se calcule y asigne el crecimiento que debe tener cada pensión. Se ha defendido este acuerdo como la primera reforma de las pensiones que no implicará recortes en las pensiones, sino que los jubilados actuales y futuros verán aumentada su prestación.

De esta forma, y como ya se sabía, la subida de las pensiones dependerá del IPC. Será efectiva a comienzo de cada año con la tasa de variación interanual media del IPC de los doce meses previos a diciembre del año anterior. Esta será la fórmula que se aplique en todas las pensiones de los jubilados, por lo que el aumento será para todos igual y no dependerá de variables. El Gobierno defiende de este método en que los pensionistas «no perderán poder adquisitivo«.

Las nuevas pensiones aún están por acordarse de forma definitiva. Quedan «flecos» por cerrar y por ahora una de las aristas existentes en la negociación es el mencionado «factor de sostenibilidad«. Para los sindicatos es esencial acordarlo ahora, para el Gobierno no.