Una mujer de 43 años consigue una pensión por incapacidad permanente de 2.231,19 euros al mes pese a que la Seguridad Social se la denegó
La mujer tendrá derecho a percibir una prestación equivalente al 100% de su base reguladora y su situación se revisará en un plazo de dos años
A. Pedroche
Miércoles, 1 de octubre 2025, 00:54
Una mujer de 43 años y que trabajaba como administrativa de bodega en La Rioja ha conseguido la prestación por incapacidad permanente absoluta pese a que el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) se la denegó en primera instancia. Esta pensión se concede a causa de que se haya visto disminuida su capacidad laboral por las limitaciones anatómicas o funcionales que haya sufrido. En el caso de esta mujer, padece cáncer de mama y episodios depresivos.
Por resolución de la Dirección Provincial del INSS de 22 de enero de 2024 se le denegó la incapacidad permanente porque sus lesiones no alcanzaban un grado suficiente de su capacidad laboral. La mujer no quedó conforme y presentó una reclamación previa con un informe médico que reflejaba todas sus patalogías de la mujer. Sin embargo, se desestimó la reclamación previa el 27 de marzo de 2024.
Ahora, la sentencia del juzgado Social de Logroño señala que las principales secuelas derivadas del tratamiento del cáncer de mama grado IV (intervención quirúrgica, quimioterapia y radioterapia con mastectomía izquierda y linfadenectomía axilar) le han provocado dolor y limitación en la movilidad del hombro. Además, la resolución de instancia valora que presentaba un «episodio depresivo moderado» y que el tratamiento de quimioterapia y radioterapia había derivado en un diagnóstico de fibromialgia y dolor crónico generalizado, «patologías muy limitantes».
Ahora, la Sala alega que «se concluye sin esfuerzo argumentativo especial que la demandante es tributaria de una incapacidad permanente absoluta». «El relato fáctico de la sentencia -añade el tribunal- señala que la mujer está en seguimiento en la unidad de salud mental por un episodio depresivo moderado, dificultades de concentración y atención. Tendencia al llanto, ánimo depresivo, irritabilidad, ansiedad basal elevada, dificultad para el autocontrol. Percepción de ser una carga y deseo pasivo de morir».
Y concluye que: «en su estado evolutivo actual, ningún quehacer laboral en las debidas condiciones de profesionalidad y eficacia, aunque subsista la posibilidad de desplazamientos porque lo relevante es el conjunto de menoscabos que se han declarado probados, que afectan al estado físico, psíquico y neurológico en intensidad tal que no es compatible con ningún desempeño laboral».
La prestación de incapacidad permanente absoluta que recibirá será del 100% de la base reguladora. Unos 2.231,19 euros mensuales durante, al menos, dos años hasta que se vuelva a revisar su situación. Eso sí, tal y como recoge la sentencia, todavía puede ser recurrida dado que no es firme.