Los hackers se ceban con la industria alimentaria valenciana: ciberataques con un coste de 100 millones
Las pymes son las empresas más afectadas por los delincuentes cibernéticos que se aprovechan de los excesos de confianza de las compañías con una menor plantilla
La ciberdelincuencia aumenta al ritmo que lo hace la digitalización de sectores clave para la economía valenciana. La agroalimentación es uno de ellos. De hecho, ... una jornada de la Cátedra de Ciberseguridad INCIBE-UPV estima que los ciberataques en la industria alimentaria tienen una repercusión económica de 100 millones para el bolsillo, sobre todo de pequeñas y medianas empresas valencianas, que son las que conforman mayoritariamente el sector.
Expertos del sector tecnológico en colaboración con la Federación de Empresarial de Agroalimentación de la Comunidad Valenciana (Fedacova) han advertido de los problemas derivados de una digitalización que en muchos casos avanza a una velocidad mayor que los procesos para proteger los equipos. Más si cabe en compañías de un tamaño menor, que abusan de la confianza al pensar que no van a ser víctima debido a su reducido número de trabajadores.
De hecho, el 70% de los ciberataques que se producen a nivel mundial afecta a pymes. Una cifra que también se refleja en la Comunitat. Según los datos de la consultora Forrester, cada incidente tiene un coste medio de 35.000 euros y 6 de cada 10 empresas afectadas cesa su actividad en los 6 meses siguientes a ser atacadas. Sin embargo, más allá del impacto directo existe un efecto colateral a nivel económico para las empresas, ya que los ataques pueden traer aparejados incumplimientos de acuerdos, pérdidas de clientes o incluso multas de entre 3.000 y 20.000 euros por filtración de datos de clientes.
La mayoría de ataques en la industria alimentaria tratan de paralizar las líneas de producción o suplantar la identidad en pagos a proveedores o clientes internacionales, según han explicado los expertos. Sin embargo, también son habituales los sabotajes digitales que alteran sistemas de control, las fugas de información confidencial o los bloqueos de sistemas logísticos y ERP que afectan a las cadenas de distribución y entregas clave.
Ante estas cifras, y tal y como ha resaltado el director de la Cátedra de Ciberseguridad INCIBE-UPV, Santiago Escobar, en la apertura de esta jornada «la ciberseguridad ya no es opcional». Escobar ha explicado que el control de la seguridad cibernética «no se trata de un gasto, sino de una inversión a futuro para las compañías que va a hacer posible que tengan un camino para su supervivencia y en la que las empresas deben buscar compañeros de viaje especialistas para que los acompañen pero sobre todo es importante que todas las personas de la organización estén formados y concienciados en materia de ciberseguridad».
Para los expertos, la solución pasa por la puesta en marcha de un plan básico de ciberseguridad para cualquier pyme, que tiene un coste menor a los 5.000 euros anuales, lo que consideran «un coste asumible para cualquier pyme».
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