El Consell evita avalar la tasa turística que impulsa la izquierda en Les Corts y reabre el debate

Desde el departamento que encabeza el socialista Vicent Soler, conseller de Hacienda, se ha descartado emitir un documento de estas características sobre el mismo respaldando la iniciativa parlamentaria. Algo más que habitual en las proposiciones que impulsan los partidos de izquierda en el hemiciclo y que ha sorprendido en el seno del Botánico.

Estaba previsto que el pleno del Consell avalase en su sesión de esta semana un informe favorable de estas características. El mismo podría ser aprobado en la cita del Ejecutivo del próximo viernes, ya que aún cumpliría los plazos, pero todos los actores coinciden en que eso no pasará.

Según la normativa, un dictamen de estas características nunca es de obligado cumplimiento, pero su ausencia evidencia que la posición oficial del Consell no es la misma que la firmada por los partidos que lo forman en Les Corts, PSPV, Compromís y Unidas Podemos.

Las diferencias sobre la tasa turística vienen de lejos. El PSPV se vio forzado a admitir a trámite un gravamen en Les Corts que nunca le convenció por la insistencia de sus socios, Compromís y Unidas Podemos. El partido aceptó iniciar el debate, pero siempre apostando por una moratoria de un año que llevaría a que no se cobre hasta finales de 2023 o 2024.

El impuesto pactado iba a ser opcional y solo los ayuntamientos que quisiesen implementarlo, como el de Valencia liderado por Joan Ribó, lo cobrarían. Tal y como figura en el documento registrado, el objetivo es ingresar entre 0,5 y 2 euros por noche a cada una de las personas que se hospeden en determinados municipios de la Comunitat Valenciana, aunque se abre la puerta a subir este índice.

Pero alcaldes socialistas de localidades tan relevantes como Gandia o Cullera siempre se han posicionado en contra de la tasa y han negado que la vayan a aceptar. Del mismo modo, toda la oposición y el sector empresarial y hotelero ha arremetido siempre contra la misma y, en especial, contra las formas y los plazos.

Desde la patronal turística Hosbec se considera poco menos que una falta de respeto que se haya abierto el debate en un momento en el que el turismo comienza a recuperarse después de dos años más que complicados por la pandemia. Por ello, lanzaron la iniciativa #NoALaTasaTurística, que incluso contó con la simpatía de miembros del segundo escalón del Consell como Francesc Colomer, secretario autonómico de Turismo y dirigente del PSPV.

Este posicionamiento en contra no es del agrado de los dirigentes de Compromís y Unidas Podemos en el Consell. Desde el Ejecutivo siempre se ha tratado de esquivar este debate 'pasando la pelota' a los partidos de Les Corts, pero parece claro que ahora se volverá a visibilizar la brecha que genera este impuesto, tanto en la cámara autonómica como en el mismo Ejecutivo.

Hoy por hoy nadie se atreve a decir que el camino para aprobar la tasa turística esté despejado pese al acuerdo político. Movimientos como el de evitar la validación constata que hay muchas tensiones y nadie se atreve a confirmar que vaya a poder ver la luz sin problemas este año. Lo que sí está claro es que la votación será una verdadera prueba de fuego para el tripartito a pocos meses de las elecciones autonómicas.