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Una aeronave fabricada por la americana Thrush Aircraft, proveedora de Plysa, realiza tareas de extinción de incendios. LP
Air Nostrum tropieza con la quiebra de su proveedor de aviones contra incendios

Air Nostrum tropieza con la quiebra de su proveedor de aviones contra incendios

El grupo se estrenó en el negocio de la extinción en Galicia con dos aeronaves de Thrush y obtuvo 22 millones del BEI para comprar hasta 50 unidades en los próximos años

Inés Herrero

Valencia

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Martes, 1 de octubre 2019, 00:43

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Turbulencias para los dueños de Air Nostrum en su hoja de ruta para entrar en el negocio de la extinción de incendios a través de la sociedad Planificación y Soluciones Aéreas (Plysa). Su proveedor de aviones para este tipo de trabajos, el fabricante americano Thrush Aircraft, se ha acogido a la figura que recoge la Ley de Quiebras de Estados Unidos para amparar la reorganización de empresas que se enfrentan a problemas financieros.

El empresario Carlos Bertomeu y sus socios en la aerolínea y fundadores del Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI), Antonio Pellicer y José Remohí, hicieron pública su apuesta en este ámbito por el modelo Thrush 710P, como una aeronave con demostrada eficacia en la extinción de incendios tanto en Australia como en Estados Unidos.

Con él se estrenaron recientemente en el negocio de la lucha contra el fuego al obtener en Galicia su primer contrato, por un importe cercano al millón y medio de euros, para realizar tareas de extinción de incendios durante tres años en esa comunidad autónoma con dos aeronaves fabricadas por Thrush.

Los planes del grupo de Air Nostrum en este campo van mucho más allá y, de ahí, que Plysa solicitase financiación al Banco Europeo de Inversiones (BEI) en 2018 para comprar hasta cincuenta aeronaves dedicadas a la extinción de incendios, en varias fases, a lo largo de seis años.

Como publicó este periódico, el montante total de la inversión prevista para esas adquisiciones alcanza los 44 millones, la mitad correspondiente a la solicitud al BEI. Esa operación se enmarca, según la empresa, en un plan de máximos diseñado tras analizar los potenciales concursos de extinción de incendios en el sur de Europa, norte de África y Sudamérica para los próximos años.

Para una primera fase, con ocho millones de euros para comprar seis aviones de ese tipo, recurrió al fabricante que hoy trata de evitar la quiebra.

En la actualidad, Plysa dispone de siete aeronaves de la firma americana, y «no hay pendiente ninguna nueva entrega», aunque la mercantil del grupo de Air Nostrum «va a seguir apostando por este modelo, cuyo resultado es excepcional«.

Plysa cuenta con siete aviones del fabricante americano y «ninguna entrega pendiente». Se muestran tranquilos con la reestructuración y mantienen su apuesta por el modelo

Así lo trasladaron ayer a LAS PROVINCIAS fuentes de Air Nostrum, que indican que en Plysa están «tranquilos» con la información que les envía Thrush sobre el «proceso de reestructuración» amparado en el capítulo once de la norma equivalente a la Ley Concursal española.

«Continúa su actividad»

«Por las comunicaciones que mantenemos con ellos, sabemos que la compañía continúa su actividad, como acredita que de forma inminente va a entregar dos unidades más en países latinoamericanos«, sostienen las mismas fuentes.

Además, remarcan que «la situación de Thrush no afecta a la operación de Plysa« en este ámbito, que asegura llevar a cabo »de forma muy satisfactoria« con aeronaves Thrush 710P. También aclaran que aún no ha utilizado fondos del Banco Europeo de Inversiones, sino que adquirió esos siete aviones para extinción con financiación bancaria buscada desde Plysa.

Las aerolíneas prevén que el crecimiento del tráfico se ralentice

Las aerolíneas prevén una ralentización del crecimiento del tráfico aéreo durante la temporada de invierno, hasta un 1%, como consecuencia de la incertidumbre provocada por la inestabilidad política en España, el 'brexit', la desaceleración de los principales mercados emisores y la transformación hacia un modelo más sostenible. Según el presidente de la Asociación de Líneas Aéreas (ALA), Javier Gándara, tras los buenos resultados estivales, se enfrentarán a una moderación del crecimiento en los próximos meses.

La quiebra de Thomas Cook, además, supondrá la pérdida de hasta 650.000 plazas aéreas que el turoperador tenía programadas en España para este invierno, la mayoría en Canarias. Aunque los efectos serán inmediatos, se confía en que a medio plazo la situación se estabilizará, con más aerolíneas cubriendo la capacidad de la antigua compañía.

En concreto, Jet2 ya ha anunciado la programación de más de 160.000 plazas adicionales para la temporada de invierno y Norwegian ha dado marcha atrás en su decisión de cerrar las bases de las Canarias antes el nuevo entorno competitivo.

En cuanto a los retrasos por congestión del espacio aéreo, indicaron que se han reducido pero los niveles continúan siendo altos. Una media de 1.316 vuelos al día han sufrido un retraso por gestión del tráfico aéreo en ruta de más de 15 minutos en lo que va de 2019, un 11% menos que en 2018, aunque sigue siendo un 150% superior a 2017.

El retraso medio por vuelo en lo que va de 2019 ha sido de 1,79 minutos, dentro del rango previsto por Eurocontrol a principios de año, pero muy por encima del objetivo de 0,5 minutos por vuelo.

En este sentido, ALA solicita al Gobierno español que apoye la ruta establecida por el llamado Grupo de Sabios para su adopción como una de las prioridades de la nueva Comisión Europea y que se basa en apostar por el Uso Flexible del Espacio Aéreo español mediante una mejor coordinación civil-militar y la liberalización de las torres de control.

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