Las empresas familiares critican la «barrera para el crecimiento» que supone la presión fiscal en la Comunitat
Emi Boix, presidenta de Ivefa, reclama ayudas rápidas y eficaces para la apertura de nuevos proyectos y rechaza la crispación política
La elevada presión fiscal, la falta de ayudas para la creación de nuevos negocios y la descoordinación política han sido los tres ejes en ... los que se ha movido el discruso de Emi Boix, presidenta del del Instituto Valenciano de la Empresa Familiar (Ivefa), que este miércoles ha celebrado su asamblea general en Feria Valencia. En un acto al que han asistido más de 400 empresarios, la presidenta de la institución ha reclamado compromiso a la clase política para desarrollar un plan efectivo «que piense más en las empresas y las personas y menos en su posición partidista», al mismo tiempo que ha exigido un marco legal específico para las empresas familiares.
La primera mujer en estar al frente de la entidad ha hecho un repaso del año 2024, en el que ha destacado el papel de las empresas familiares en la economía valenciana tras la dana y la bonificación al 99% del Impuesto de Sucesiones y Donaciones como dos importante hitos. Respecto a la catástrofe del 29 de octubre, Boix ha reclamado «más coordinación política, más escucha y más apoyo a las empresas que generan empleo, y bienestar en nuestra comunidad». Muestra de ello son los datos que se extraen de un informe presentado durante la asamblea general en el que destaca la idea de que la probabilidad de que las empresas de los asociados superen los 20 años es del 88 %, frente al 30 % que indica el INE en España.
En lo referido al Impuesto de Sucesiones y Donaciones, la presidenta de Ivefa ha comentado que es «un gran avance para la fiscalidad y la supervivencia de nuestras empresas familiares, pero aún tiene muchos flecos, por eso tenemos que seguir trabajando». En esa línea, Boix ha comparado la situación de la Comunitat Valenciana con la de otras autonomías en las que han introducido modificaciones llegando hasta el sexto grado de consanguineidad, mientras que en el territorio valenciano únicamente se ha llegado al tercer grado. De tal modo, la presidenta de las empresas familiares valencianas ha hecho hincapié en la necesidad de llegar al cuarto grado en ese aspecto.
No obstante, el punto más crítico del discurso de Emi Boix ha sido el que ha girado en torno a la fiscalidad. La representante del empresariado ha criticado la política fiscal valenciana al considerarla «una barrera para el crecimiento y la durabilidad de los proyectos» que «nos pone a la cola de España y nos asfixia».
Ante este escenario, la propuesta del empresariado familiar valenciano se basa en la comunicación y la coordinación entre el sector público y el privado. En palabras de Boix, la idea pasa por «trabajar con una clara comunicación y les pido a la clase política, que piensen más en las empresas y las personas y menos en su posición partidista».
La asamblea ha sido clausurada por la consellera de Industria y Comercio, Marián Cano, y ha contado con la conferencia de Álvaro Guillén, consejero y familiar propietario de ACESUR, cuya marca Coosur es la referencia de aceite de oliva en el mercado español.
La representande del gobierno valenciano ha subrayado que «la empresa familiar no es una empresa más: posee una dimensión emocional, una vocación de continuidad y un vínculo con el territorio que la convierte en un verdadero patrimonio colectivo». Asimismo, Marián Cano ha entrado al trapo de Emi Boix al recordar que el Consell está comprometido con la reducción de la carga fiscal que afecta a la continuidad de estas empresas dentro del ámbito familiar. Al respecto, la consellera ha citado la reciente bonificación del 25 % del impuesto de Sucesiones y Donaciones en el tercer grado de consanguineidad, que se suma al beneficio fiscal ya vigente del 70,4 % en las donaciones de empresas familiares.
«El espíritu emprendedor que caracteriza a la empresa familiar necesita respaldo», ha sostenido Marián Cano, al tiempo que ha recordado que los presupuestos de la Generalitat para 2025 destinan 4,5 millones de euros al apoyo a personas y pymes emprendedoras, y otros 5 millones de euros a la reactivación económica de los municipios afectados por la riada. «Una inversión que permitirá la reconstrucción de negocios y la puesta en marcha de nuevos proyectos empresariales, muchos de ellos de carácter familiar», ha añadido.
El consejero de ACESUR ha señalado que viniendo de una empresa familiar, para él es un placer tener la oportunidad de compartir su experiencia profesional con empresarios de tanto nivel, muchos de ellos referentes en la Comunitat Valenciana, comprometidos con sus proyectos, sus empleados y aportando valor para España.
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