Empresarios y sindicatos exigen ejecutar 12.500 millones en infraestructuras pendientes tras la dana: «No podemos pensar que será excepcional»
Agentes económicos y sociales reclaman menos ruido político, más coordinación institucional y la ejecución urgente de las obras hidráulicas previstas para evitar nuevos desastres
Kike Cervera
Valencia
Martes, 28 de octubre 2025, 19:52
Un año después de la dana que devastó buena parte de la provincia de Valencia, los principales representantes empresariales y sindicales han coincidido en un ... diagnóstico común: no se puede seguir actuando como si un episodio así vaya a ser excepcional.
En este sentido, la exigencia de ejecutar los 12.500 millones en infraestructuras pendientes, mejorar la coordinación entre administraciones y reducir el «ruido político» ha centrado la mesa redonda 'La experiencia de los actores económicos', celebrada este martes en el Paraninfo de la Universidad de Valencia dentro del seminario 'Lecciones aprendidas después de la dana: luces, sombras y recomendaciones', organizado por la Cátedra de Cambio Climático, Territorio y Riesgos Ambientales en el Mediterráneo.
El encuentro ha reunido a Eva Blasco (CEV Valencia), José Vicente Morata (Cámara de Comercio de Valencia), Patricia Muñoz (Instituto Empresarial de l'Horta Sud), Ana García (CCOO PV) y Tino Calero (UGT PV), quienes han analizado la respuesta económica y social tras la catástrofe del 29-O, que causó 229 víctimas mortales, afectó a más de un millón de personas y supuso un impacto de 4.300 millones de euros, el 3,8% del PIB provincial.
Así las cosas, la presidenta de CEV Valencia, Eva Blasco, ha calificado la recuperación como «ejemplar» por haber alcanzado una media del 90% de la actividad previa, aunque ha advertido que ha sido desigual por sectores, tamaño de empresa y zonas geográficas. En el sector primario apenas se ha recuperado el 50% de la capacidad productiva, con miles de explotaciones aún paralizadas, mientras que en comercio y hostelería muchos municipios como Catarroja o Massanassa apenas alcanzan un 50% de reapertura.
En su comparecencia, Blasco se ha centrado en tres medidas clave. Primero, ejecutar las infraestructuras planificadas por valor de 12.500 millones de euros, «muchas de ellas pendientes desde antes de la catástrofe y que habrían mitigado los daños materiales y humanos». Segundo, aplicar una visión metropolitana de la gestión de emergencias, al margen de límites administrativos: «Los bomberos de Valencia no podían cruzar el cauce. Hay que superar la burocracia política».
Finalmente, fomentar una cultura preventiva en empresas y ciudadanía, incorporando la gestión de riesgos externos y protocolos de actuación ante fenómenos extremos: «La resiliencia no puede venir solo de la iniciativa privada, como pasó los primeros días», ha insistido Blasco, que también ha criticado que «de los 16.600 millones aprobados por el Estado, sólo 400 han llegado en ayudas reales».
La Cámara de Comercio reclama «construir en vez de reconstruir»
El presidente de la Cámara de Comercio de Valencia, José Vicente Morata, ha relatado que «lo más duro fue el abandono» de los primeros días: «No iba nadie, ni siquiera había quien recibiera la ayuda que llegaba del extranjero». También ha subrayado que las empresas y familias «resistieron a pulmón hasta abril, sin ayudas y sin despidos» y ha valorado la solidaridad empresarial e internacional que permitió afrontar los primeros meses.
Y aunque ha reconocido que las administraciones «han trabajado después de forma real», no ha reparado en denunciar que la polarización política «deja a la sociedad huérfana y con sensación de no avanzar»: «Las infraestructuras hidráulicas no se resuelven en un año y se está haciendo un buen trabajo, pero el ruido mediático lo eclipsa todo», ha advertido.
Morata ha pedido, además, aprovechar la crisis como una oportunidad: «No se trata de reconstruir, sino de construir con una visión de futuro». Entre sus propuestas, ha reclamado una plataforma supramunicipal que permita realizar trámites en la periferia sin saturar la capital y ha defendido que «Valencia puede liderar un nuevo sector vinculado a la gestión de emergencias».
Las pymes piden certidumbre y colaboración real
Desde el Instituto Empresarial de l'Horta Sud, su presidenta Patricia Muñoz ha recordado, con los ojos brillantes de emoción y la voz entrecortada, cómo las pequeñas empresas se convirtieron en la primera red de respuesta: «El 29 de octubre sólo queríamos saber si la gente seguía viva. Después pusimos nuestras naves al servicio de los ayuntamientos para almacenar y repartir bienes».
Muñoz ha destacado la importancia de la colaboración público-privada, pero también entre las propias pymes: «Juntos conseguimos lo que por separado sería imposible, que es saber cómo tramitar ayudas, reclamar al Consorcio o acceder a recursos». Además, ha pedido certidumbre ante los riesgos climáticos, ya que «el Mediterráneo es una de las zonas más vulnerables de Europa»: «Necesitamos inversión para proteger la actividad empresarial y la seguridad de nuestros trabajadores», ha subrayado.
Los sindicatos reclaman pacto climático y más vivienda
El capítulo de los sindicatos lo ha abierto la secretaria general de CCOO PV, Ana García, quien ha pedido «transparencia y justicia» para las víctimas y ha valorado el papel del escudo social y la figura del ERTE por fuerza mayor, que evitaron cierres masivos, pero ha denunciado la falta de coordinación real entre administraciones y el déficit de ayudas en vivienda: «Cientos de familias siguen desplazadas. Las ayudas al alquiler son insuficientes y no hay una política global», ha lamentado.
Así, García ha querido insistir en que CCOO propone «un Pacto de Estado por la Emergencia Climática» que garantice recursos públicos para protección civil, cooperación interterritorial y un nuevo mapa de riesgos urbanos que evite construcciones en zonas inundables.
Por su parte, el secretario general de UGT PV, Tino Calero, ha coincidido en que la dana «evidenció las debilidades estructurales de la Comunitat» y ha reclamado medidas a largo plazo y «grandes pactos políticos y sociales». Además, ha propuesto incluir los «riesgos climáticos» en la Ley de Prevención de Riesgos Laborales y ha recordado que «es necesario repensar el uso del territorio para que esto no vuelva a pasar».
Un consenso: menos ruido, más acción
La sesión ha concluido con un mensaje unánime de empresarios y sindicatos: menos ruido político y más ejecución. «Las infraestructuras están planificadas; lo que falta es voluntad y coordinación», ha resumido Blasco.
Un seminario que ha dejado claro que la dana no fue sólo una tragedia humana y económica, sino una advertencia. Una llamada a planificar, prevenir y actuar antes de que la próxima riada vuelva a poner a prueba la resiliencia valenciana.
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