Caos para cobrar el paro en Valencia: de tardar treinta minutos a tener que esperar más de dos horas
La falta de personal y la nueva aplicación informática ralentiza las operaciones en las oficinas del SEPE, que esperan un incremento de incidencias durante los meses de verano
El caos empieza a reinar en las oficinas valencianas del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE). La constante pérdida de empleados -en la ... actualidad trabajan unos 7.000 empleados en toda España, pese a que el servicio está diseñado para ocupar hasta a 12.000 personas- junto a la puesta en marcha de un sistema informático «poco intuitivo» que falla constantemente ha generado un escenario que empieza a ser preocupante sobre todo en aquellos territorios en los que la demanda se multiplica durante los meses estivales, como puede ser la Comunitat Valenciana. Gestiones como solicitar la prestación por desempleo, que habitualmente eran un sencillo trámite se han vuelto desesperantes tanto para los propios trabajadores, como para los usuarios que acuden a diario a las oficinas del SEPE.
«Yo venía a apuntarme al paro y he podido hacerlo, pero ahora para pedir la prestación me tengo que apuntar en otro sitio y es un jaleo. Aquí veo que hay mesas vacías y poco personal. Cuesta todo mucho más», explica un desempleado a las puertas de una oficina del paro valenciana.
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Desde la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) advierten de que esa misma situación se repite en la mayoría de oficinas, sobre todo en aquellas más cercanas a la costa, donde el peso del sector servicios en materia laboral es mucho mayor. Trámites como la solicitud del subsidio para los mayores de 52 años han pasado de realizarse en apenas treinta minutos a requerir hasta dos horas debido a la preocupante combinación de falta de personal y al deficiente sistema informático que se utiliza desde octubre para tramitar buena parte de las peticiones.
El nuevo programa informático, denominado ALMA, ha ralentizado la gestión de procesos básicos no sólo por los continuos fallos que presenta, sino también por la escasa formación que han recibido los trabajadores del servicio. «Si ralentizas los procesos, en vez de atender diez expedientes sólo vas a poder resolver la mitad. Pero como para muchas familias cobrar el paro es vital para poder pasar el mes, se está jugando con el voluntarismo de los trabajadores y estamos siendo presionados desde arriba», indican desde CSIF.
El colapso del sistema comenzó en octubre, cuando entró en funcionamiento el nuevo programa informático. Sin embargo, los sindicatos aseguran de que la pérdida de trabajadores viene produciéndose desde hace varios años. En la actualidad, en las oficinas del SEPE de Valencia trabajan 387 personas, en Alicante unas 230 y en Castellón 99 aunque desde CSIF advierten que cada año aumentan las bajas voluntarias o las jubilaciones anticipadas de funcionarios, por lo que exigen al ministerio que desarrolle planes para hacer más atractivo el trabajo en las oficinas del paro. Asimismo, los propios funcionarios proponen que se modifique el horario de apertura de las oficinas y se ponga en marcha un horario especial con posibilidad de realizar horas extra para solventar el colapso.
Respecto a la plantilla, fuentes sindicales también exigen al Ministerio de Trabajo el desarrollo de un plan de empleo eficiente para ampliar la nómina de trabajadores para poder atender todas las solicitudes que se reciben a lo largo de la jornada. «Lo lógico sería poder atender a una persona cada quince minutos», explican desde CSIF.
Sin oficina en la zona cero
Ocho meses después de la dana, los trabajadores de la oficina de Catarroja todavía no han podido regresar a su lugar habitual de trabajo. Desde las semanas posteriores a la tragedia, los funcionarios del SEPE de la zona cero atendían las solicitudes de los trabajadores en una oficina móvil.
Estaba previsto que el esperado regreso a las oficinas se produjera el 15 de junio mediante unos módulos que debían ubicarse en el mismo lugar en el que estaba la oficina que quedó arrasada por el agua el pasado 29 de octubre.
Sin embargo, según explican desde CSIF, unos problemas burocráticos entre la Administración y Labora ha impedido el traslado, por lo que la atención en Catarroja sigue ofreciéndose en la oficina móvil.
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