Bernabé reivindica las obras de la N-220 como ejemplo del compromiso del Gobierno con el aeropuerto

Así lo ha asegurado durante una visita a los trabajos que se están realizando por parte del Ministerio de Transportes desde julio del año pasado, cuando se cerró al tráfico la carretera para acometer su duplicación en el tramo entre el enlace del aeropuerto y el enlace de la V-30 con dos carriles más por sentido. La obra supone una inversión de más de 94 millones (se adjudicó por 85 millones) debido a las actuaciones complementarias que se han añadido.

Según Bernabé, esta obra «de gran peso inversor» mejora tres aspectos. Por un lado, los accesos a una «infraestructura estratégica como el aeropuerto», pues «va a hacer que el aeropuerto esté mejor conectado y tenga mayor competitividad». Asimismo, «se gana la conexión con los polígonos industriales, ganan agilidad y conectividad las empresas y la tercera, fundamental porque es una gran noticia para la ciudad, cómo cambia la fisonomía y mejora la calidad de vida de los maniseros». Por ello, la delegada ha reivindicado que es una muestra de que el Gobierno «se compromete con las infraestructuras».

Unas declaraciones que se producen en una semana marcada por el cruce de reproches entre la Generalitat y el Ejecutivo central a cuenta de la ampliación de la infraestructura de Manises, a punto de rozar su capacidad límite, fijada en 10,5 millones. Tras anunciar el jefe del Consell, Carlos Mazón, el encargo de unos estudios a las cámaras de comercio para reforzar esa reivindicación, tanto el ministerio como la Delegación han insistido en que esa ampliación «se hará cuando se necesite».

Sobre los plazos de finalización, Pilar Bernabé ha optado por la prudencia y ha evitado dar una fecha concreta. «Las obras están en marcha, son imparables y tienen complejidades. El eje temporal es de dos años para terminarlas con garantías», ha señalado durante la visita a los trabajos, a los que se presentaron 16 empresas y se adjudicó a Dragados.

«No quiero arriesgar a dar una fecha definitiva, pero es el marco temporal es ese. Las obras están en marcha y a un ritmo adecuado. Al ministerio le ocupa y le preocupa acabar esta obra cuanto antes», ha remarcado. En este sentido, tras la modificación del contrato realizado el año pasado, el plazo quedó fijado en 45 meses frente a los 36 marcados inicialmente en el pliego.

No obstante, el ministerio explicó el año pasado, en concreto en julio al comenzarse los trabajos, que el cierre total sería para un año. «Una vez la carretera sea cerrada al tráfico, permanecerá así durante un periodo aproximado de un año para permitir el desarrollo de los trabajos», recogía el comunicado difundido entonces.