BBVA convoca a sus accionistas el 5 de julio para aprobar la ampliación de capital necesaria para la opa

El importe máximo de la ampliación será de 551,9 millones de euros, que servirán para el pago de una operación que ya fue rechazada por el consejo de Sabadell. Y se alcanzará mediante la emisión y puesta en circulación de hasta 1.126 millones de acciones, de 0,49 euros de valor nominal cada una de ellas, con lo que no supondrá desembolso alguno por parte de los accionistas de BBVA, que tendrán que decidir en la junta que se celebrará en el Palacio Euskalduna de Bilbao.

Las nuevas acciones se emitirán por su valor nominal de 0,49 euros más, en su caso, una prima de emisión, que se determinará en función de la diferencia entre el valor razonable de las acciones de Sabadell aportadas y el importe nominal de las nuevas acciones emitidas.

Cabe recordar que BBVA ha propuesto a los accionistas de Sabadell el intercambio de una nueva acción de BBVA por 4,83 acciones de la entidad catalana. Tras el canje, y suponiendo un 100% de aceptación por parte de los accionistas de Banco Sabadell, estos tendrían un 16% de participación en BBVA.

En un comunicado, la entidad de Carlos Torres recuerda que los accionistas del Sabadell se beneficiarán de una prima del 30% sobre el cierre de ambas entidades del pasado 29 de abril. No obstante, esa prima se ha recortado -como es habitual en este tipo de procesos- al entorno del 7,5% en estas semanas de cotización en Bolsa de ambas entidades, con un repunte de más del 10% para SAbadell y una caída del entorno del 9% para BBVA.

Esta ampliación de capital es uno de los pasos necesarios dentro de la oferta de compra a los accionistas de Banco Sabadell por el 100% de las acciones, que BBVA anunció el pasado 9 de mayo. La operación tendrá éxito si la entidad consigue un voto favorable de al menos el 50,01% del capital social del Sabadell. Entonces, pasará a controlar ambos bancos para su posterior fusión.

Esos son los planes iniciales de Carlos Torres. Sin embargo, en las últimas semanas se han abierto algunas otras posibilidades. Aunque el banco mantiene su confianza en sacar adelante la operación, desde el Ministerio de Economía mantienen que BBVA podría controlar Sabadell sin necesidad de fusionarse. Es decir, hacerse con la entidad operando después de forma independiente.

Además, la fusión sigue sujeta a las autorizaciones regulatorias pertinentes. Tras remitir la oferta formal a la CNMV, BBVA hará lo propio estos días con el Banco Central Europeo (BCE) y Competencia. El consenso del mercado no espera grandes trabas por parte del organismo monetario, muy a favor de este tipo de operaciones, aunque con una clara preferencia por que tengan carácter transfronterizo (entre entidades de distintos países).

Algo más de dudas existe en torno a los plazos en los que Competencia podría dar su visto bueno ya a la fusión en la segunda fase de la operación, ante los posibles riesgos de concentración existentes en algunas zonas que obligaría a imponer condiciones y recibir el visto bueno del Ministerio de Economía, que se ha mostrado firmemente en contra de la unión de ambas entidades.