El liderazgo sereno de Pedro Martínez en el Valencia Basket
El catalán se convierte en el técnico masculino más laureado de la historia del club taronja. «Soy un absoluto fanático del trabajo de equipo», reflexiona: «Me gusta que la ambición se demuestre en la pista, no de boquilla en entrevistas para regalar titulares»
Pedro Martínez no ocultó su felicidad, ni tampoco su emoción, tras conquistar el título de la Supercopa ACB con el Valencia Basket. No era para ... menos. El técnico taronja no paró de dedicar sonrisas, en la tradicional foto del entrenador campeón con los voluntarios o con los aficionados valencianos presentes en el Carpena. También después de pasar, como es de rigor, por la ducha para compartir una cerveza con sus jugadores. Como toca. Felicidad en estado puro. Cuando fue preguntado por este periódico, antes de salir del pabellón, por el dato de haberse convertido en el único entrenador de la historia del club con dos títulos masculinos, reflejó su liderazgo sereno: «Le doy mérito a los jugadores, al director deportivo, a los directivos y a todo el cuerpo técnico. No me quiero arrogar ninguna parte individual. Soy un absoluto fanático del trabajo de equipo. Me beneficio, y cuando las cosas van mal pues me perjudico, del trabajo de mucha gente. No me gusta que el foco vaya a una persona, ya sea un jugador o un entrenador. Esto es trabajo de pico y pala, de mucha gente en la sombra. Ahora toca un momento de gloria para todos, pero lo importante es lo que hagamos cada día cuando no nos ve nadie. Cuando estamos entrenando y no tenemos nadie que nos esté diciendo que habéis ganado o perdido».
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Lo que no es discutible es que Pedro Martínez ya está en ese nivel en la historia taronja que le permitirá que cuando se retire, afronta la presente temporada con 64 años, formará parte con letras doradas en el Hall of Fame del Roig Arena. El pasado curso terminó empatado con Miki Vukovic, con 143 victorias, como el entrenador de la historia de la entidad con más victorias. Tras las dos conseguidas en la Supercopa ya es líder en solitario con 145. En 192 partidos, lo que supone un espectacular 75,5% de triunfos. En su primera temporada en el Valencia Basket afrontando la Euroliga es un buen dato para recordar aquello de que hay que saber gestionar las expectativas puesto que la hemeroteca recuerda que en los años de Copa de Europa bajan esos porcentajes: «Es trabajo de todos. De los que estamos dentro, para decirlo, pero también de los medios de comunicación. De hacer saber a la gente las dificultades que hay por los rivales. Nosotros tenemos carencias que trabajamos para esconderlas, pero no somos un equipo que vaya a ganar fácil porque tengamos muchos jugadores muy buenos. Tenemos muchos jugadores buenos, pero que tienen limitaciones. Unos tienen que tapar las de los otros. Tenemos que conseguir jugar en equipo porque eso nos llevará a ser más o menos competitivos también un poco en función de los rivales. Hemos de estar ahí, trabajando en el día a día, con paciencia, tranquilidad y no ponernos objetivos de decir que queremos jugarla Final Four de la Euroliga».
Ahí, el técnico quiso aprovechar para lanzar un mensaje a sus jugadores. Ellos son los que mejor saben la exigencia del entrenador que en los momentos de felicidad comparte con ellos sonrisas pero donde el listón del trabajo siempre está alto. «Es como ese profesor de matemáticas que te metía la bronca si hacías algo mal pero que tenía mucho cariño», expresó hace tiempo uno de los jugadores que tuvo en su primera etapa en la Fonteta. Ahora, tras ganar la Supercopa, lanza un aviso a navegantes: «Soñar está muy bien y la ambición está muy bien tenerla. Tenemos jugadores muy ambiciosos pero a mí me gusta que lo demuestren en la pista, no de boquilla, no diciéndolo en entrevistas para regalar titulares. Sino que demuestren la ambición cuando estás perdiendo de ocho o nueve puntos. Ahí es dónde tiene que salir el vamos a hacer ahora un esfuerzo aquí en el rebote, un esfuerzo en el balance defensivo para volver a entrar en el partido y ver si lo podemos ganar. Eso para mí es más ambición que no de boquilla decir que vamos a ganar no sé qué. Es lo que espero que los jugadores tengan claro, como han demostrado en la final de la Supercopa. Eso es un dato de orgullo».
«En España, en la Liga ACB, es muy difícil ganar títulos» reflexionó el catalán «y lo dicta que hemos tenido que batir al Unicaja y al Real Madrid, los dos mejores equipos de las últimas tres o cuatro temporadas, y hemos de estar contentos por lo conseguido». Hacerlo, además, fieles al estilo es otro motivo de orgullo: «Es lo que intentamos. Creo que esto también viene un poco del trabajo del año pasado. El estilo no se consigue de un día para otro, hay que picar piedra. El equipo, los jugadores, los entrenadores, mucha gente, estamos ahí dándole que te pego y es una pequeña satisfacción que nos anima para seguir en esta línea. Es un éxito de todos». Incluidos los nuevos fichajes, donde la aclimatación de Taylor, Moore o Sako, está siendo muy rápida. «Estoy contento con el equipo. No hago mucha distinción entre nuevos y no nuevos, pero es verdad que la mentalidad de los jugadores, tanto de los que llevan más tiempo como de los nuevos, está siendo muy satisfactoria. Las sensaciones que tenemos son bastante positivas. Ojalá que seamos capaces, porque hay que conseguirlo, mantenerlas durante muchos meses».
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