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Indignación y rabia en el Valencia Basket por la actuación arbitral en Madrid
El equipo blanco pone el 2-0 en la final tras un partido con errores arbitrales impropios de un nivel profesional como exige la ACB (102-96 tras una prórroga). Montero tuvo un triple para ganar el partido en el tiempo reglamentario pero falló y ahora sólo toca somatizar la rabia para llenar la Fonteta en el tercer partido
El Valencia Basket ha disputado tres finales de la ACB en su historia y en dos de ellas, una contra el Barça y otra frente ... al Real Madrid, tiene dos partidos en la hemeroteca para flagelarse toda la vida con una mezcla de indignación y rabia tras una actuación arbitral que condicionó y decidió un punto de la serie. En 2003 fue el primero, con un Paco Olmos que con el calentón que llevaba felicitó en la rueda de prensa al Barça por el título de Liga, y en 2025 con el segundo, con un Pedro Martínez encendido, y contundente, poniendo ejemplos encima de la mesa que marcaron la derrota (la barrida ilegal de Tavares a menos de 50 segundos del final de tiempo reglamentario con uno arriba el Valencia Basket). Le pasará como a Olmos hace 22 años, que tendrá que intentar apagar ese fuego para levantar el ánimo de la tropa e intentar responder en la Fonteta al vergonzoso arbitraje sufrido ayer en Madrid. Ni los hermanos Juan y Fernando Roig pudieron esconder su indignación en la zona de vestuarios. Normal.
Mientras atronaba el himno del Real Madrid, Pedro Martínez perseguía a Pérez Pizarro, Perea y Araña reclamando respeto y el 2-0 se ponía en el marcador de la final de la ACB, los casi 500 valencianos presentes en el sector más alto del Movistar Arena se escuchaban por encima de la música. Ondeando con orgullo decenas de Senyeras que siguen recordando que esta temporada hay muchos motivos por los que luchar. Ahora, hay uno muy práctico. Si el Valencia Basket quiere que la Fonteta tenga dos últimos bailes está obligado a ganar el tercer partido de la serie el miércoles. No hay que pensar mucho más allá, ni en la hemeroteca que recuerda que nadie ha levantado en el playoff de la ACB, ninguna serie que comenzó perdiendo 2-0. Todo eso no importa ahora mismo nada. Hay que ganar el tercero, por el orgullo de la Fonteta y por el recuerdo de todos los que no han podido llegar al cierre del pabellón. Por ellos merece la pena no bajar los brazos. Seguir dándose cabezazos contra la pared, como señaló San Emeterio hace ocho años tras perder el primer partido de la final, hasta que la pared se rompa.
Al descanso, por cierto, en el Valencia Basket ya no se pudo esconder cierto grado de frustración por algunas decisiones arbitrales ya en ese momento del 48-45, sobre todo en la gestión comparada de los contactos, que llegaron a desesperar a Badio, Montero y Costello. Pese a ese cabreo, comprensible, a la primera parte llegaron los valencianos con la visión de la botella medio llena El inicio del partido fue nefasto para los de Pedro Martínez, con un equipo blanco saliendo en tromba para intentar zarandear el manzano aún en movimiento del primer partido de la final. Con el 16-5, tras triple de Campazzo, llegó un ejemplo práctico de los motivos que han llevado al Valencia Basket a llegar a la tercera final de la Liga Endesa de su historia. Tras no meter ningún triple en el arranque... siguieron lanzando hasta romper la tapa. Con López-Arostegui desatado, 8 puntos casi seguidos incluyendo dos triples, el Valencia Basket amasó un espectacular parcial de 1-17 que llevó el marcador a un 17-22. Al final del primer cuarto, con el tercer triple de Xabi, los de Pedro Martínez mandaban 22-25 con ese parcial abierto en 6-20.
Todo eso quedó muy lejano en el tiempo cuando Campazzo volvió a meter a su equipo en el tercer cuarto con un 59-55. El Valencia Basket reaccionó hasta poner una máxima renta en el último cuarto (73-83 con triple de Costello) pero no supo rematar, ni tampoco le dejaron en algunas acciones, hasta el 89-89 a falta de ocho segundos. Montero falló el triple que hubiera ganado el partido y también hay que analizar si fue la mejor opción. En el tiempo extra, dos triples de Feliz, los rebotes ofensivos y la última jugada polémica (con 98-92 hay una posible falta sobre Montero no pitada que hubieran sido tres tiros) terminaron por decidir un partido durísimo, de altísimo nivel, y donde la tripleta arbitral no estuvo a la altura.
Real Madrid: Campazzo (18), Abalde (10), Hezonja (13), Ndiaye (4) y Tavares (9) —quinteto inicial— Feliz (14), Musa (12), Garuba (10), Fernando (10) y Llull (2).
Valencia Basket: Montero (23), Badio (5), Puerto (-), Pradilla (4) y Reuvers (11) —quinteto inicial— Costello (16), Arostegui (14), Jones (9), Jovic (6), Sestina (5), Soriano (3) y De Larrea (-).
Parciales: 22-25, 26-20 (48-45); 21-23 (69-68) y 20-21 (89-89). Prórroga: 13-7 (102-96).
Árbitros: Emilio Pérez Pizarro, Óscar Perea y Francisco Araña.
Incidencias: 11.142 espectadores en el Movistar Arena.
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