Ferrando se va al Estudiantes y Hermannsson negocia su fichaje con el ALBA Berlín

El que ha llegado con ganas de aportar desde ya es Kevin Pangos. El canadiense, con pasaporte esloveno, no juega un partido de la máxima competición europea desde el pasado 26 de octubre, y tras estar dos meses entrenando en solitario, apartado de la disciplina del Armani, ha vuelto a ver la luz. Sonriente, y con la camiseta con el número 47, dejó claro ayer en su presentación celebrada en la pista central de L'Alqueria, que llega a la Fonteta, básicamente, para volver a ser feliz en una pista: «Dentro del proceso que no ha sido fácil venir a Valencia es la decisión más inteligente que podía tomar. En el momento en el que me llegó la oportunidad del Valencia Basket estuve emocionado porque es la que consideraba que era una buena opción. Es un gran club y durante la temporada le he visto jugar y están compitiendo muy bien. Todos los jugadores dan el máximo y esa impresión que tenía me hizo tener claro que era la mejor opción de volver a disfrutar jugando a baloncesto. Venir a Valencia es la opción adecuada para hacerlo. Llegar es cerrar un poco el círculo porque es cierto que el club se interesó en mí en el pasado, en algunas ocasiones». Pangos llega con 161 partidos a sus espaldas en la Euroliga, defendiendo las camisetas del Zalgiris, el Barça, el Zenit y el Armani, con 10,4 puntos de media con un 39,7% en triples.

En Valencia, curiosamente, se va a reencontrar con Brandon Davies. Otro jugador descartado por Messina el pasado verano. Pangos reconoció que no ha sido fácil para él la situación que ha vivido en Milán los últimos meses pero que se ha centrado en seguir mejorando, aunque fuera entrenando con un balón, sin compañeros, o en el gimnasio: «No es sencillo entrenar sólo, sin compañeros y sin contacto con amigos tuyos. Intenté afrontar la situación de la mejor manera posible, centrándome en lo que podía controlar. Intenté aprovechar el tiempo para mejorar y mantenerme en forma». Con respecto a la cesión de Ferrando, el club seguirá su profesión, como ocurre con Millán Jiménez en Burgos, y no descarta una ampliación de contrato en verano. Así lo quiso reflejar el propio Mumbrú: «Ha estado muy bien con nosotros pero últimamente le estaban faltando minutos. Cuando se quedó desde la pretemporada es porque creímos que íbamos a poder darle minutos importantes. Los ha tenido durante muchas partes de la temporada pero ahora con todos los movimientos lo único que buscamos es la progresión de nuestros jugadores. Es uno de los nuestros y entendíamos que lo mejor ahora es que jugara muchos minutos. Es lo mejor para él y pensamos en su progresión».

Sobre el fichaje de Pangos, el director general del Valencia Basket, Enric Carbonell, reconoció lo complicada que ha sido la negociación con el Armani y el deseo del jugador por jugar en la Fonteta, por delante de otras ofertas que tenía encima de la mesa como la del Baskonia: «La negociación de Pangos ha sido larga y complicada pero estamos muy contentos de que esté con nosotros. Su llegada demuestra la ambición del Valencia Basket, estamos contentos con el rendimiento del primer equipo pero no nos conformamos. Queremos más. El jugador ha hecho un esfuerzo por estar con nosotros y tenemos que estar agradecidos por la forma en la que ha priorizado el Valencia Basket a otras ofertas que ha tenido. No sólo nos ha elegido sino que lo marcó como prioridad».