¡Hasta siempre Fonteta!
El Valencia Basket se despide de la Liga tras perder el tercer partido de la final por 70-81 y de su querido hogar. El histórico pabellón cierra sus partidos de baloncesto tras 37 años, 9 meses y 13 días del primero
La Fonteta ya forma parte de la historia del baloncesto español. En letras mayúsculas, puesto que en el recinto inaugurado en 1983 no sólo ha ... jugado sus partidos el Valencia Basket, masculino y femenino, sino el Ros Casares o el Dorna Godella, ganando la Copa de la Reina hace más de treinta años con el maestro Miki Vukovic. La Fonteta, por tanto, siempre tendrá el espíritu de todas las personas que pasaron por ella, en las gradas o en la pista, tanto en los 1.007 partidos en los que cerró ayer el Valencia Basket su cuenta, como en las dos Copas del Rey, la Final Four de la Euroleague Women, las Copas de la Reina o los partidos de España. Todos formarán parte del legado del eterno pabellón de Hermanos Maristas. El de la forma ovalada que nunca pudo dejar de lado, pese a las reformas, por la pista de atletismo que formó parte de su génesis. También formará parte de la Fonteta el último partido, el que llegó tras un arbitraje vergonzoso en Madrid que puso en bandeja más de medio título para el equipo blanco. Sí, en el último partido de la Fonteta el Real Madrid se proclamó campeón de Liga. No fue, ni de lejos, el guion soñado por nadie pero también es cierto que abre un espíritu de revancha deportiva para el Roig Arena. Tampoco fue el único partido polémico entre valencianos y madrileños bajo su techo. Además de la Liga de 2017, que no fue la de Doncic sino la de Dubljevic, los más cafeteros recordarán a Tanoka Beard, y su pañuelo, mandando a Scariolo que tomara nota o a Conner Henry desquiciando a Sabonis con un mate casi en su cara. Todo eso también es historia de la Fonteta. La salsa del deporte.
Tras 37 años, 9 meses y 13 días, el tiempo transcurrido desde el estreno contra el Salesianos Las Palmas en Primera B a la derrota contra el Real Madrid, el cierre llegó con muchas lágrimas. No sólo en la grada sino en muchos trabajadores veteranos del club y en la zona de prensa. La Fonteta forma parte de todos, de los que estamos y de los que nos dejaron. Y ese legado es mucho más importante, desde aquí al infinito, que ganar o perder un partido. Al final, las postales son las que quedan. La de toda la plantilla, y el cuerpo técnico, esperando a que el Real Madrid recibiera el trofeo como campeón de la Liga, y Campazzo el de MVP, honra los valores de la deportividad. Algo que es mucho más importante que ganar o perder.
Decir adiós a la Fonteta también es mirar al cielo, para comprobar que su legado será eterno y que siempre formará parte del alma de todas las personas que la pisaron y que, lamentablemente ya no están con nosotros. Decir adiós a la Fonteta es volver a tener un recuerdo para Pablo Martínez, Jorge Mora, el maestro Miki Vukovic, Martín Labarta, Ángel Fonfría, Pipo Arnau, Lluis Muñoz, Jorge Bauset, JuanMa Pérez, Rosa Laserna, Javier Pérez Palomo, David Amorós, Roberto Soler, Jaime 'Marcioulonis', Tommy Capitani, Loren Lopera, Antonio Pérez, Félix Matute, Pedro Vidallach, Dani Arocas, Vicente Albert, Kike Vázquez, Ariel Serfaty, Álvaro Fernández Almela, Miguel Burdeos, Vicente Tarancón, José March Vázquez... todos ellos forman parte de la historia del Valencia Basket. De la familia eterna de la Fonteta.
Mucho antes de que el Real Madrid certificara su título de Liga, la afición taronja soñó con desbloquear el cuarto partido. Con 22-31 en el marcador, y la tercera falta de Reuvers con algo más de seis minutos del segundo cuarto por delante, el partido se le ponía cuesta arriba a los taronja. Pero apareció Joel Soriano. El dominicano, con una energía que contagió tanto a sus compañeros como a la grada, fue la espoleta que activó una espectacular reacción de los de Pedro Martínez, que empezó desde la defensa, para remontar el marcador con un parcial hasta el descanso de 18-8 cerrado con un triple desde la esquina de López-Arostegui tras asistencia. Confiar en el estilo de juego, y no desistir pese a los malos porcentajes, volvió a dar premio a los valencianos. Cuando comenzó el segundo cuarto, Pradilla no logró embocar un triple que en ese momento ponía la estadística de su equipo en un 2 de 14. Hasta el descanso, el porcentaje de los siguientes 10 triples intentados subió a un 40% para lograr una remontada que volvió a hacer soñar a la Fonteta.
El problema es que muy poco tiempo después, al Valencia Basket se le comenzó a marchar la temporada. El parcial de 0-13 con el que el Real Madrid comenzó la segunda parte fue un puñal (40-52), donde Badio, desquiciado por el criterio en pista, pagó su frustración con una técnica. Con 49-60 en el arranque del último cuarto, los taronja intentaron tirar de heróica (63-69) pero otro arreón blanco, con un triple de Hezonja decisivo puso una renta de diez (65-75) de la que no se bajó el equipo de Chus Mateo. Ahora, con el final de la Fonteta, es momento de saludar al Roig Arena. Ese es el futuro, no sólo del Valencia Basket sino del baloncesto español. Pau Gasol, comentarista de lujo en Movistar Plus para el tercer partido de la final, reconoció a LAS PROVINCIAS que tiene muchas ganas de conocer el Arena y que, también, quería rendir homenaje a la Fonteta. Un pabellón donde también vivió muchas batallas, cuando era jugador del Barça, y que también le marcó.
Valencia Basket: Montero (12), Badio (2), Puerto (6), Reuvers (7), Pradilla (-) -quinteto inicial- Jones (10), Jovic (-), López-Arostegui (14), Sestina (5), Costello (5), Soriano (10) y De Larrea (-).
Real Madrid: Campazzo (9), Abalde (9), Hezonja (16), Ndiaye (3), Tavares (7) -quinteto inicial- Feliz (4), Llull (11), Musa (7), Fernando (13) y Garuba (2).
Parciales: 19-23, 21-16 (40-39), 9-21 (49-60), 21-21 (70-81).
Árbitros: Carlos Peruga, Jordi Aliaga y Alberto Sánchez Sixto.
Incidencias: Tercer partido de la final ante más de 8.000 espectadores.
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