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Vicente Solá, presidente del Valencia Basket, junto a Igor Vukovic, uno de los hijos del maestro. iván arlandis
Honor al maestro

Honor al maestro

El baloncesto valenciano despide con emoción a Miki Vukovic en Godella

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Domingo, 17 de enero 2021

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Con la disciplina que marca la pandemia pero con la emoción de honrar a un maestro. Así fue ayer en Godella la despedida de Miki Vukovic, donde exjugadoras, exjugadores, trabajadores del Valencia Basket, amigos y vecinos peregrinaron para, poco a poco y respetando todas las medidas de seguridad, transmitirle sus respetos a la esposa, hijos y nietas del maestro y despedirse del que fue para la gran mayoría un mentor. Si algo nadie puede negar del ingeniero de minas que nació en Klaljevo (Serbia) el 25 de junio de 1944, se trasladó tiempo después a Tuzla (Bosnia) y se enamoró desde 1990 de Godella y Valencia es que no entendía de clases. Miki trataba por igual a todo el mundo, sin entender de edad o trabajo, algo que hizo que se ganara el respeto de todas las personas que le trataron. El trofeo de la Copa del 98 que ganó el Pamesa en Valladolid y una bandera del club también mostraron sus respetos, escoltando el féretro del maestro.

La pandemia, eso sí, impidió que el funeral se convirtiera en lo que podría haber sido un peregrinar de toda España y Europa, puesto que las restricciones de movilidad y de la propia situación del coronavirus en Valencia limitó la presencia de personas. Natalya Zasulskaya, Ana Belén Álvaro, Marina Ferragut, Nacho Rodilla, Víctor Luengo o José Luis Maluenda fueron llegando en goteo para mostrar sus respetos al que fuera su maestro en las pistas. El que fue su segundo entrenador en el Pamesa, Fernando Jiménez, el histórico fisio del equipo Pablo Martínez, el presidente Vicente Solá, el consejero y exdirector general Paco Raga o el director de administración del Valencia Basket, Esteban Gallego, también le dieron el último adiós a Miki Vukovic. El sábado, a nivel personal, fue el turno de varios miembros de la expedición que ayer se encontraban en Burgos. El presidente de la Federación de Baloncesto de la Comunidad Valenciana, Salvador Fabregat, o el pirotécnico Ricardo Caballer, amigo de la familia, también le dieron un último adiós al maestro. Amigos de Miki de los que el propio Vukovic llamaba la 'mafia de Godella', como su inseparable Plácido, también se despidieron de su amigo de la sonrisa eterna.

Fernando Jiménez glosó para LAS PROVINCIAS la figura del que fue su entrenador durante tantos años: «Ha sido, es y lo seguirá siendo, un referente. Un maestro a nivel deportivo pero también en la vida. Me quedo para siempre con sus enseñanzas, sus charlas antes de los partidos o de los entrenamientos. Un referente. Miki era un líder, una persona capaz de sacar de cada uno lo mejor. Eso es liderazgo puro y duro». Víctor Luengo, sin poder evitar la emoción, resumió como gran capitán lo que significó Vukovic para varias generaciones de jugadores: «Ha sido un padre deportivo y en lo personal un apoyo enorme. Era nuestro líder silencioso. Perdemos a un referente, un amigo, un maestro y un señor. Siempre nos decía que tuviéramos ambición. Que no bajáramos la cabeza ante nadie, la 'cabecha' que decía él».

Nacho Rodilla, MVP de la Copa de 1998 en Valladolid, apuntó a la exigencia que Miki les pedía en el día a día como clave del crecimiento de aquel Pamesa: «Cambió al baloncesto valenciano y lo puso en primera línea del panorama europeo. Miki es todo, nos puso en aquella final que ganamos pero en dos más. Jugamos tres finales en tres años con un equipo con mucha gente joven y poco fichaje. Siempre pensó en que el jugador cada vez fuese mejor. Que cuando volviera a su ciudad lo hiciera como triunfador».

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