Enzo Zaragoza, la nueva perla del motociclismo valenciano

«Ahora a las 9 de la noche estoy en la cama y en cuanto la toco... a dormir», señala el chico. No es para menos. Compagina los entrenamientos con moto y el gimnasio con los estudios: cursa el séptimo nivel del plan británico, algo que le permite también dominar el inglés. «Antes también hacía tenis, que estaba muy chulo. Ahora ya no. Tengo bastante con el deporte y los exámenes, no me da para usar los juguetes», subraya Enzo Zaragoza.

Y precisamente así es como se dieron cuenta su padre, Salvador, y su tío Josecho Pajares que en casa tenían un diamante en bruto. «Yo creo que tenía cuatro años y estaba con una moto de plástico. No sabía ni ir en bici, pero a mi padre se le ocurrió la brillante idea de quitarme los ruedines. Ahí se dieron cuenta de se me daba bien», relata, aunque esos recuerdos los tiene difusos. Más nítido guarda el de la primera carrera: «En Albaida en 2018, fuimos por divertirnos, pero había gente con más nivel que yo. Decidimos entrenar más en serio, mirar las comidas y todo eso para el año siguiente llegar a esa cita más preparado».

Enzo Zaragoza fue dando pasos hasta que se encuentra ya cerca de jugarse el acceso al Mundial. En este 2024 correrá el Campeonato de España de Moto4 en el ESBK. Lo hará con el Igax Team, la estructura de Álex Martínez, el hermano del malogrado piloto valenciano Bernat Martínez: por ahí ha pasado, por ejemplo, Joel Esteban, que este año debuta en el Mundial con el Aspar Team. También hará el FIM MiniGP Spain Series 190 y las carreras que pueda del Finetwork MIR Racing Cup en Promo3.

Enzo Zaragoza demuestra que tiene desparpajo, tanto en la pista como a la hora de expresarse. ¿Su referente? «Fabio Quartararo, porque es buena persona y porque ha demostrado su capacidad para exprimir la moto con la Yamaha, que no tenía tanta potencia», explica el joven piloto de de Benidorm.

Sabe que el motociclismo no es un deporte sencillo. Que como el francés no siempre van a salir las temporadas redondas, donde gane todo lo que corra. Por eso el valenciano es discreto: «En clase apenas saben que corro en moto, y muchos piensan que es motocrós, cuando no tiene nada que ver con la velocidad. Con los que hablo más es con mis dos mejores amigos». ¿Para que lo lleven a hombros entre los dos cuando sea campeón del mundo? «¡Anda que no queda para eso!».

Por ahora gana campeonatos en la fase formativa... y en la consola. Su circuito preferido es el de Navarra, del Mundial, Jerez y Cheste, aunque lo cierto es que lo tiene ya un poco aburrido. «Cuando vamos de viaje juego con la Nintendo Switch para írmelos aprendiendo. Tengo un campeonato de 24 carreras a 24 vueltas en el Ricardo Tormo», desvela Enzo Zaragoza.

En casa también se organiza carreras sobre una alfombra que simula un circuito, y tiene motos y coches de juguete. Porque, aunque se haya acostumbrado a vivir abriendo gas, Enzo Zaragoza es un niño. Y tiene retos como tal. Entre ellos montar los Lego que tiene pendientes –un coche de 007 o el automóvil y el avión de Batman– o una casa que le regaló su abuela. Campeón del mundo, ya de mayor... o no tanto.