Lucía Sempere, valenciana de presente y futuro en escalada

Con 17, el año pasado logró el campeonato de España sub-18 en la modalidad de dificultad y ahora vuelve a alzarse con otra medalla, esta vez en el campeonato de España de bloque en escalada disputado en Cáceres. Alberto Ginés, campeón en la categoría masculina, fue el que abrió paso hace un año cuando se llevó el oro en los Juegos de Tokio por primera vez y dio visibilidad a un deporte minoritario.

Integrada en el Proyecto FER desde 2018, Lucía Sempere sueña con ir a los Juegos Olímpicos de París en 2024, pero tiene los pies en el suelo. «Todavía hay muchos pasos por delante», apunta. Como reto a corto plazo, tiene en mente las competiciones internacionales e ir a un Mundial «para tener esa experiencia, ir sin presión y a ver qué pasa», ya a partir de 2023 que será el próximo.

Estudia un grado superior para acceder desde esa vía a la carrera de Enfermería y forma parte de la selección de la Comunidad Valenciana. Con lo que está consiguiendo, Lucía espera recibir un día la llamada de la española. «Tengo claro hasta dónde quiero seguir compitiendo», subraya la deportista valenciana, que sigue estudiando para tener un futuro porque con la escalada «es difícil vivir de esto y con los años igual se queda como un hobbie».

Con 2 años y medio empezó a escalar

Lucía Sempere, a pesar de su juventud, lleva muchos años en la práctica de la escalada. Tanto es así que comenzó a probar con dos años y medio por vínculos familiares. «Mi tío es bombero y donde trabaja había un rocódromo pequeño. Me dio por subir y a partir de ello comenzó a gustarme. Mi padre me decía que bajara, que qué hacía subida allí«. Desde entonces encontró uno para entrenarse desde bien pequeña (Vents de Muntanya) en Valencia y ya con 6 años fue a su primera competición.

¿En qué consiste la escalada? ¿Cómo se organiza?

Lucía responde a las dudas sobre una práctica que a raíz de los Juegos de Tokio ganó en visibilidad e interés gracias al papel de Alberto Ginés con el oro que ganó. Dentro de dos años, en París, será la segunda ocasión que la escalada será olímpica. «Hay tres modalidades: velocidad, cuerda o dificultad y bloque», comenta.

«En la primera de ellas el tiempo es fundamental, porque ha de ser lo más rápido posible. En la cuerda o también llamada dificultad, suele haber un muro de entre 16 y 20 metros de alto, y se basa en tener mucha resistencia para llegar lo más arriba que se pueda. Y en bloque son recorridos cortos, sin cuerda y con una colchoneta abajo. Con un tiempo limitado, se requiere más la táctica y mucha fuerza», apunta Lucía, que tiene un gran presente, mucha proyección y un futuro por descubrir en la escalada.