Una guerrera que se redescubre sobre el mar
Sin miedo. Mireia Cabañes celebró su séptimo cumpleaños en un hospital y sufrió la amputación de una pierna por un tumor, pero el surf ha relanzado su vida
La sonrisa y la espontaneidad de Mireia Cabañes esconden un alma de guerrera. La amputación de una pierna cuando sólo tenía siete años la llevó ... al límite. Una durísima prueba que ella superó con creces. Sin embargo, al verse obligada a dejar su trabajo en una agencia de comunicación por los dolores crónicos, se hundió. Y el surf la sacó a flote hace exactamente un año, cuando se subió por primera vez a una tabla. El mar le ha devuelto la felicidad y le ha permitido descubrir uno de sus talentos. Le ha sobrado tiempo para colgarse una medalla de plata en el Campeonato de España.
"Siempre había querido probar el surf, pero cuando eres pequeña, te falta una pierna y sólo conoces el surf convencional, la sociedad te hace ver que no puedes practicarlo", explica Mireia, de 35 años. Licenciada en Comunicación Audiovisual, tuvo que dar un giro a su vida.
"Trabajaba en Madrid. He trabajado varios años como free lance y con agencias, pero por el dolor crónico me tocó dejarlo. No puedo estar sentada más de una hora y media porque se me inflama la cadera. Lo más difícil fue cambiar todos mis hábitos. Me dieron una incapacidad. He tenido que romper con toda mi vida. Pensé: '¿Qué hago ahora?'. Cogí una especie de depresión. Por eso me ha venido tan bien el surf, porque estaba bastante hundida. Fue duro tener que dejar lo que más me gustaba", admite.
Con seis años, comenzó a dolerle la pierna izquierda. "El día de mi séptimo cumpleaños, me puse malísima y me sacaron del colegio y me fui directa al hospital. Una semana después, salió que tenía un tumor. Un sarcoma de Ewing en el fémur. Lo tenía bastante avanzado y no me daban muchas esperanzas de vida", recuerda. Era 1994 y, en la Fe, le propusieron aplicar una cirugía innovadora: "Lo tenía casi en la cabeza del fémur y me tenían que amputar de cadera hacia abajo. El médico me propuso hacer la rotoplastia de Van Ness. Quitaron el fémur y de rodilla hacia abajo me lo reimplantaron al revés para que la rodilla haga de cadera y el pie de rodilla. Estoy súper contenta porque me ha dado una calidad de vida. ¿Qué pasa? Que mi cadera, mi rodilla y mi tobillo están haciendo funciones que no son las suyas y a la larga se va degenerando. Me río siempre, pero el dolor va por dentro. A la larga, voy a ir a peor".
En cualquier caso, exprime la vida. Y tras dejar el trabajo y regresar a Valencia, encontró en el mar un nuevo motivo para ilusionarse: "Me puse en contacto con Mediterranean Surf School, que junto a la ONG Kind Surf me dio una beca par empezar en marzo de 2021. Físicamente me ha venido muy bien porque he conseguido ganar masa muscular. Ahora mismo tengo muy controlado el dolor. Pero me ha venido casi mejor a nivel mental. Ya tengo un objetivo, unas metas... Ganas de vivir".
La primera toma de contacto le dejó huella: "Fuimos al agua, me empujaron para notar la sensación y me puse en pie a la primera. Y fue una pasada. Cuando vi que pude, se me abrió un abanico de posibilidades. Y me dio mucha felicidad. Nunca había sentido la velocidad ni el viento porque desde pequeña no he ido ni en bicicleta".
Su carrera en el surf adaptado está resultando meteórica. El pasado mes de septiembre, en su estreno a nivel competitivo, se adjudicó la plata en el Campeonato de España. Y en noviembre recibió una llamada que le dejó boquiabierta: "Me dijeron que me habían seleccionado para el Mundial en California. Fue una experiencia súper chula. No conseguí buenos resultados, pero aprendí. Gracias a haber ido allí, ahora no tengo miedo ni nervios por ninguna competición". Se nota. Hace dos semanas, en Cantabria, brilló en el OA2 FuSSSion. "Competí en surf, skate y snow. Hice las tres pruebas y la suma de puntos me hizo ganadora en la sección de adaptados. Pero no es que haya ganado yo, hemos ganado todos porque es la primera vez que nos dejan participar. Necesitamos gente que nos apoye y que nos dejen participar en campeonatos. Y que las escuelas no pongan limitaciones", reivindica. Mireia está a la espera de conseguir una prótesis para el agua: "Si me pongo una, puedo hacer un montón de giros". Su sueño mira a Los Ángeles 2028: "Mi reto es estar en unos Juegos Paralímpicos". Esto acaba de empezar.
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