Ouviña: «Necesitamos ser profesionales, tener sueldos mínimos como otro trabajador»

-Llegó el momento de la verdad.

-Es un partido de todo o nada más literal que en semifinales porque allí aún tienes la opción de luchar por una medalla. Tenemos ganas. La locura de este campeonato es que todo el mundo puede ganar a cualquiera. Para ser campeonas hay que ganar a todo el mundo.

-Se ha hablado mucho de las bajas de España pero siguen demostrando que hay mezcla generacional para muchos años.

-Tenemos un equipo con talento, con las veteranas y las jóvenes. La clave es la confianza que demuestra cada jugadora, tenga la edad que tenga. Cada una sabe que está para aportar y para dar un paso adelante para sumar.

-¿Son conscientes de todo lo que transmiten en la pista?

-Sí y creo que es por el estilo de juego que tenemos, siempre buscamos desesperar a las rivales, volverlas un poco locas y sacarlas de su ritmo. Los partidos ante Eslovaquia y Montenegro fueron así, demostrando que tenemos una intensidad un poco por encima exprimiendo el juego al máximo. Por fin hemos sacado esa garra española que tenemos y el primer día no mostramos.

-En la Fonteta se nota que están volviendo a hacer feliz a la gente después de tanto tiempo alejados de las pistas. ¿Eso vale más que cualquier medalla?

-Estamos flipando con la Fonteta porque está de diez. Es digno de admirar. Hemos jugado en nuestra vida en muchos pabellones pero es el público el que nos está animando o levantando a nosotras y no al revés. Nos están contagiando y en pocos pabellones lo hemos vivido. Contra Serbia les necesitamos porque sabemos que va a ser un partido muy complicado, queremos que nos vuelvan a contagiar de esa alegría y entusiasmo.

-¿A nivel personal se esperaba ese movimiento de veneración popular a su figura como una de las claves de esta España?

-No, para nada y menos con la figura de una santa (en referencia a la estampa religiosa con su imagen que se exhibió en la grada). Me siento muy orgullosa del cariño que me da la gente. Sólo por estar aquí, viviendo esto, cualquier jugadora en cualquier deporte estaría encantada. Estoy jugando en mi casa, en la Fonteta, y se junta todo. Entre Queralt y yo hemos creado ese espíritu. En la Eurocup fue ella y ahora yo, el de rezar para que salgan las cosas bien. Ojalá siga este momento espiritual mucho tiempo.

-Me gustó la imagen de sus selfies a distancia, desde la pista, con las niñas que en la grada no pueden tener contacto con el equipo por las restricciones. ¿En ocasiones se olvida lo fácil que es hacer feliz a las personas?

-Lo hago encantada porque me gusta y además creo que es una cosa que hay que hacerla. Ya no por un tema de educación sino porque hay gente que está pagando por verte jugar, te está animando, te está ayudando a que ganes y para mí es un orgullo que haya gente que quiera hacerse una foto conmigo. Esa muestra de respeto para mí es lo mínimo. Ellos están haciendo mucho más esfuerzo de lo que supone en este caso para nosotras hacerse una foto. A la afición no sólo se le engancha ganando, estos detalles hacen que se sientan más cerca tuyo y que no sólo conozcan tu figura deportiva sino a la persona. Me gusta mucho conectar con la afición y lo he hecho en todos los países donde he jugado aunque no conociera el idioma.

-¿Le han dicho alguna vez que es una fotocopia en la pista de la mítica Ana Belén Álvaro?

-No, pero sólo que me comparen con ella es un orgullo.

-¿Un oro en la final del domingo sería más especial por todo lo que ha ocurrido este último año?

-Con todo lo que hemos pasado y sufrido con tanta mala noticia conseguir el oro en la Fonteta el domingo sería acabar con un sabor de boca muy bueno.

-Tras el Eurobasket vendrán los Juegos de Tokio y a finales de septiembre otra vez el regreso a la Liga Femenina, la Euroliga si se pasa la previa con el Valencia Basket... es tremendo lo del calendario.

-No lo quiero ni pensar porque sólo de pensarlo me entran taquicardias. Es mejor vivir el día a día y no pensar demasiado porque nos volveremos locas.

-El Valencia Basket ha optado por mantener el bloque de las tres finales la pasada temporada y hacer sólo un fichaje. ¿Qué opinión tiene?

-Nunca he vivido una cosa así ni parecida. Es una apuesta que ha hecho el club, realmente confían en cómo terminamos la temporada pasada y piensan que tenemos margen de mejora y que vamos a ir para arriba. No sé si va a ir bien o mal pero estoy contenta porque acabamos bien, me encantan mis compañeras y hay mucha conexión. Vamos a confiar en lo que han decidido

-¿Es un buen momento para reivindicar, ahora que tienen el foco de otra posible medalla, que el baloncesto femenino sea considerado profesional en España?

-No depende de nosotras. Lo único que podemos hacer es colgarnos cada verano una medalla y demostrar que valemos y que nuestra profesión es igual de digna que cualquier otro trabajo. No sé de quién depende, quién tiene que meter caña y qué más podemos hacer pero nosotras ya no podemos hacer mucho más. No sé si plantarnos como las del fútbol pero no creo que tengamos que llegar a ese punto. Estamos demostrando que necesitamos ser profesionales y tener nuestros sueldos mínimos como otro trabajador. Sería un gran paso.