Luz verde al museo de pintura valenciana

Casi dos años llevaba Castellano Comenge esperando la respuesta del Consistorio para que se iniciaran las obras en un enclave que el empresario adquirió en 2020. Con un plan de reforma redactado por un equipo de arquitectos, este coleccionista sólo requería de los permisos necesarios para iniciar las obras y reabrir, según sus previsiones, en este 2022. La idea era que, para este año, el Museo de pintura valenciana ya hubiera echado a andar. No ha sido así y no ha sido hasta estas últimas semanas cuando los miembros de la comisión de patrimonio del Ayuntamiento no sólo han visitado el espacio y conocido el proyecto que el empresario quiere llevar a cabo en este espacio casi derruido y en muy mal estado, también le otorgarán, próximamente, la licencia para que puedan empezarse los trabajos en los sótanos y la planta baja del inmueble, tal y como ha podido saber LAS PROVINCIAS.

Es un primer paso pero ha sido muy bien recibido por el empresario, cuyo sueño es poder depositar su extensa colección de pintura, que no para de crecer y suma más de 200 cuadros, en su propio museo en Valencia. Lo cierto es que desde que se presentó el diseño del edificio, los técnicos del Ayuntamiento habían sido invitados a visitar la antigua fábrica. Según Castellano Comenge, él sospechaba que una de las cuestiones por las que se había echado para atrás el proyecto era el hecho de que, con la rehabilitación, el edificio sumará cuatro plantas y no tres como presenta en este momento. «En realidad sería sumar media planta más, para igualar el museo con el resto de edificios colindantes. Además, en los documentos del catastro se recoge que este inmueble sí tenía cuatro alturas, pero que una de ellas de derribó por el mal estado de esa planta», sostuvo el empresario el pasado enero a LAS PROVINCIAS. Y aunque la licencia le da vía libre, de momento, para comenzar los trabajos en el sótano y la planta baja es un primer paso y Castellano Comenge insiste en que está dispuesto a llegar a todos los acuerdos posibles para seguir sumando más licencias y finalizar toda la reforma del inmueble.

El deseo de impulsar el museo de pintura valenciana de este mecenas no comenzó hace dos años, cuando decidió adquirir la antigua fábrica de curtidos de la plaza del Autor. Hace años ya solicitó unas naves al Ayuntamiento –situadas en el barrio del Cabanyal– para poder instalar su museo. El trato que ofreció al Consistorio era muy ventajoso: él se encargaba de pagar toda la rehabilitación del enclave y, además, le cedía un espacio al Gobierno municipal para que pudiera desarrollar actividades culturales y sociales. Castellano Comenge, a cambio, se quedaba con la parte de arriba como salas de exposiciones para mostrar sus obras. Aquello no prosperó por la negativa del 'cap i casal' (se produjo en 2018 y el Consistorio alegó que ese inmueble iba a convertirse en una escuela de circo que sigue sin construirse).

El museo de pintura valenciana tendrá una extensión de 1.200 metros cuadrados. El proyecto contempla que contará con una planta baja y otras dos alturas más donde se ubicarán salas de exposiciones tanto para una exhibición permanente, –donde se ubicará una colección como la que tiene de obras de Lahuerta, Vicente Peris, Francisco Lozano, Joaquín Michavila, Horacio Silva, Carmen Calvo, Manuel Hernández Mompó y Juan de Ribera Berenguer, entre otros,– como otras estancias para realizar muestras de autores emergentes, que durante un tiempo concreto puedan exhibir sus creaciones y tener visibilidad en Valencia.

Este mecenas no quiere limitar el espacio únicamente a mostrar arte. Presentaciones, charlas, conferencias y actividades paralelas completarán el programa de un espacio que también será la sede de la Fundación Juan José Castellano Comenge, a quien el empresario va a legar toda la colección. Y es que, a este coleccionista fue su propia madre, María Isabel Comenge, quien le inculcó la pasión por las artes plásticas. Por ello, creó la fundación que lleva su nombre y en la que impulsa el premio más importante de pintura que se falla en la Comunitat: la Bienal María Isabel Comenge. El galardón volverá a convocarse este año.