La última película de Charles Chaplin
La biografía de Oona O'Neill, esposa del gran cineasta, revela historias inéditas del rodaje de 'La condesa de Hong Kong', protagonizada por Sophia Loren y Marlon Brando
Este mes se cumple el centenario de Oona O'Neill (Bermudas, 14 de mayo de 1925-Corsier-sur-Vevey, Suiza, 27 de septiembre de 1991). ... Oona fue una extraordinaria mujer. Su biografía, una detallada investigación de la historiadora Jane Scovell, ha sido publicada en España por la editorial Circe. El volumen nos ofrece un retrato íntimo de la hija del dramaturgo y premio Nobel de Literatura Eugene O'Neill, que la abandonó cuando solo tenía dos años.
Muchos episodios de la vida de Oona son apasionantes. Orson Welles le leyó la mano. J. D. Salinger, autor de 'El guardián en el centeno', se enamoró de ella. A Truman Capote le cautivó su alegría desbordante. En 1943, a los 18 años, se casó con Charles Chaplin (1889-1977), que le llevaba 36 años y con el que tuvo ocho hijos.
En su voluntario exilio suizo (años de la Guerra Fría y de la 'caza de brujas'), el matrimonio de la jovencísima Oona con el gran cineasta fue, según numerosos testimonios, feliz y estable pese a la diferencia de edad y el lado oscuro de Chaplin, un genio colérico. Un hombre difícil y contradictorio, sí, pero un hombre enamorado. Y un gran cineasta, actor, guionista, músico y productor, autor de maravillas como 'El chico' (1921), 'Una mujer de París' (1923), 'La quimera del oro' (1925), 'Luces de la ciudad' (1931), 'Tiempos modernos' (1936) o 'El gran dictador' (1940).
Esta 'butaca' es una sección cinéfila y en ese inagotable tema nos adentramos. La biografía de Oona aporta numerosas informaciones -poco o nada conocidas en publicaciones españolas- sobre la preparación, rodajes y estrenos de las cuatro últimas películas dirigidas por Chaplin: 'Monsieur Verdoux' (1947), 'Candilejas' (1952), 'Un rey en Nueva York' (1957) y 'La condesa de Hong Kong'. (1967).
De las cuatro, solo 'Candilejas' fue un éxito. 'Monsieur Verdoux' es magistral, aunque en su estreno decepcionó a gran parte de la crítica y al público mayoritario. 'Un rey en Nueva York' posee algunos de los mejores gags de la historia del cine, pero el film, irregular, no interesó a casi nadie. Y 'La condesa de Hong Kong', la única película de Chaplin en color, fue un gran fracaso crítico y comercial, pese a su espectacular reparto (Sophia Loren, Marlon Brando, Tippi Hedren, Margaret Rutheford, Patrick Cargill).
Scovell relata que en el rodaje de 'La condesa de Hong Kong', Oona estuvo celosa de Sophia, según algunos observadores. «Otros, en cambio, tuvieron la impresión de que congeniaron mucho. Les unía estar casadas con hombres considerablemente mayores que ellas». Por otra parte, a Loren le parecía entrañable que Chaplin buscase la aprobación de Oona después de cada toma.
Vapuleada por la crítica
En su estreno (Nueva York, 15 de marzo de 1967), el crítico Leonard Maltin publicó en 'Movie and Video Guide' que 'La condesa de Hong Kong' «estaba mal rodada, era inoportuna y tenía una banda sonora floja». Afirma Scovell: «Todas las películas de Chaplin llevan el sello inconfundible de su genialidad, pero ninguna de sus últimas obras raya a la misma altura que las anteriores».
Este cronista elige la parcialmente fallida 'La condesa de Hong Kong' para verla desde su cómoda butaca. No es genial, de acuerdo, pero sí elegante y relajada, no quiere demostrar nada, su tono anticuado resulta estimulante en días de alardes luminotécnicos eurovisivos, Sophia nos muestra de nuevo su talento como comedianta y el anciano Chaplin tiene el acierto de 'descubrirnos' al actor inglés Patrick Cargill en el personaje de un divertidísimo mayordomo.
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