Operación: Recuperar el mausoleo de Blasco Ibáñez
Un doctor en Bellas Artes, con el beneplácito de las fundaciones del escritor, Goerlich y Benlliure, propone al Ayuntamiento retomar la construcción del sepulcro de cara al centenario de la muerte del novelista valenciano en 2028
«Me dirijo a ustedes con el propósito de solicitar formalmente que se estudie la viabilidad y conveniencia de reactivar el histórico proyecto del mausoleo ... de Vicente Blasco Ibáñez, concebido y aprobado por unanimidad en el mismo momento del fallecimiento del ilustre escritor. Siendo iniciada la ejecución de obras, éstas quedaron suspendidas al estallar la contienda bélica de la Guerra Civil y, desde entonces cayeron en el olvido». Así empieza José Miguel Arce, doctor en Bellas Artes, el escrito remitido al Ayuntamiento de Valencia.
En esta petición, solicita que se convoque «una comisión técnica que valore la viabilidad del proyecto y la posible recuperación de la parcela actualmente ocupada por el crematorio». A juicio de este especialista en la figura del autor de 'Cañas y barro', la oportunidad de activar el mausoleo entronca con los actos de celebración del centenario de la muerte de Blasco Ibáñez en 2028. La ejecución de este proyecto permitiría «honrar la memoria y el legado de Vicente Blasco Ibáñez» y contribuiría a «convertir el cementerio municipal en un espacio de enriquecimiento cultural y turismo patrimonial».
Esta propuesta, que una iniciativa particular, casa con dos proyectos que ha impulsado el Ayuntamiento de Valencia: la recuperación de la tortada de Goerlich y la recuperación del monumento a Sorolla. «Espero que las autoridades sean receptivas a la solicitud», apunta Arce, quien asegura: «El proyecto cuenta con el beneplácito de la Fundación Centro de Estudios Blasco Ibáñez, la Fundación Mariano Benlliure y la Fundación Goerlich». El diseño del sepulcro fue obra de Goerlich y Benlliure lo dotó de la excelencia escultórica.
«El centenario de la muerte de Blasco Ibáñez es un buen momento para cumplir la voluntad del pueblo valenciano que se vio interrumpida por la Guerra Civil», apunta Arce.
La gran repercusión de su literatura, la adaptación de sus novelas a Hollywood y sus viajes a America Latina, y la defensa de los intereses valencianos en las Cortes Españolas le granjearon el favor popular y el interés de los intelectuales, recopila Arce. «Su caso no tiene parangón», matiza el experto blasquista.
Los restos del autor de 'Los cuatro jinetes del Apocalipsis' están en «un vulgar nicho en el cementerio municipal» cuando, recuerda Arce, su exequias fueron recibidas por una multitud en Valencia. Para el doctor en Bellas Artes, ya es el momento de honrar a Blasco Ibáñez como se merece. La fórmula, a su juicio, no pasa por el hecho de que los restos descansen en el sarcófago que hizo Benlliure, la única pieza que se realizó a principios del siglo XX. «Se trata de cumplir la voluntad de un pueblo», insiste y acabar con «cien años de provisionalidad».
Su propuesta no incluye un presupuesto, pero afirma: «No será más costoso que levantar cualquiera de las avenidas que hoy está en obras». Él también aboga por crearlo en la zona original donde se proyectó. Aboga por levantarlo en la parcela ocupada ahora por el crematorio, una instalación que, a su juicio, «no cumple las condiciones de salubridad», afirma Arce, quien dice contar con el respaldo del presidente del Consell Valencià de Cultural en la cruzada para repensar la idoneidad de recuperar el mausoleo.
El autor de 'Arroz y tartana' murió en su casa de la ciudad francesa de Menton en 1928. Tardó cinco años en el traslado de las exequias a su Valencia natal. El 29 de octubre de 1933 miles de personas salieron a las calles de Valencia para dar a Blasco Ibáñez el recibimiento que merecía. Portado a hombros, sus restos mortales acabaron en un nicho común con carácter provisional en el Cementerio General de Valencia.
El proyecto del mausoleo para Vicente Blasco Ibáñez se vería afectado de forma directa por el inicio de la guerra civil y la posterior llegada al poder de Francisco Franco. En 1939 la idea del mausoleo a Blasco Ibáñez se esfumó. Ahora, cuando en tres años se cumple el centenario de la muerte del autor de 'Flor de mayo', una iniciativa particular reabre el debate alrededor del mausoleo diseñado por Goerlich con esculturas de Benlliure.
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