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Una malla gris oscuro cubre la cubierta de trencadís del Palau de la Música. damián torres
El Palau de la Música cumple un año  con el trencadís de la cubierta sin reparar

El Palau de la Música cumple un año con el trencadís de la cubierta sin reparar

Un informe del Ayuntamiento apunta que el revesmiento cerámico ha caído por utilizar pegamento «incompatible con el sistema constructivo»

N. CAMACHO

VALENCIA.

Martes, 26 de marzo 2019, 00:43

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El próximo mes se cumplirá un año de la caída del trencadís en el Palau de la Música. La pérdida del revestimiento cerámico se detectó, según fuentes del auditorio municipal, tras un vendaval en abril de 2018. A finales de julio, se instaló una malla, que abarca la cubierta, para evitar que el trencadís cayera a la vía pública. Desde entonces, los gestores del espacio han dilatado la reforma.

La única diferencia de hace un año es un informe del Ayuntamiento sobre las causas de la caída. El pegamento tuvo la culpa. Así lo aseguran los técnicos municipales encargados de realizar un informe para conocer las causas que ocasionaron la caída del trencadís plateado de la fachada del Palau de la Música de Valencia en abril del año pasado.

Un informe realizado por expertos señala que en la colocación del material cerámico plateado en el inmueble en 2009, que llegó de la mano de una reforma gracias a los fondos del Plan Confianza, se empleó un adhesivo incompatible con la instalación del trencadís. Según el documento elaborado por el Servicio de Arquitectura y de Servicios Centrales Técnicos del Ayuntamiento de la ciudad, al que ha tenido acceso LAS PROVINCIAS, entre las causas de «la pérdida de adherencia del revestimiento al paramento está la incompatibilidad del sistema constructivo utilizado con los materiales empleados para la colocación del trencadís».

Los técnicos municipales apuntan que el material «ha perdido la adherencia»

Los expertos municipales visitaron el inmueble el pasado 22 de octubre para inspeccionar el Palau. Lo hicieron para revisar el revestimiento exterior del edificio, que unos meses antes había tenido que instalar unas mallas -concretamente en julio- para evitar la caída de cascotes a la vía pública. Se da la circunstancia de que, este análisis por parte de los arquitectos se realizó antes de otro desprendimiento del inmueble como fue el de la concha acústica de la sala Iturbi, un hecho que obligó a cancelar temporalmente la programación del auditorio y que también se solucionó con mallas y tapiando el espacio.

En el documento aseveran que, según la ficha del material de agarre utilizado para colocar el trencadís plateado, de nombre 'Cemento cola especial 25 kg. Blanco Kerakoll H40' «no está recomendado su uso sobre soportes pintados, debiendo aplicarse sobre soportes sin disgregaciones, rígidos, secos, exentos de partes friables o de remontes de humedad, que garanticen una resistencia de cohesión a tracción mayor o igual a 1,0 N/mm2».

Es más, señalan la existencia de un vicio oculto que influye también en el hecho del desprendimiento. Este elemento es una «capa de pintura entre el soporte y el material de agarre del trencadís». Según el texto también hay más fallos en la aplicación del adhesivo, ya que la ficha de dicho producto especifica el modo de aplicación, «debiendo realizar juntas elásticas de dilatación cada 10 metros cuadrados en los parámetros exteriores y respetar todas las juntas de fraccionamiento y perimetrales en el soporte». Sin embargo, en palabras de los técnicos «no se han realizado» estas oberturas elásticas.

Otro producto inapropiado

El informe también señala que el mortero de rejuntado utilizado, de nombre 'Fugabella Eco 2-12' «no es apto para el relleno de las juntas elásticas, de dilatación o fraccionamiento». Se trata, según los expertos, de un material inapropiado porque se colocó en una «junta rígida».

En el caso de la fachada noroeste, manifiestan los técnicos, entre las causas del desprendimiento «se encuentra el empuje por efecto de la acción del viento y del agua de lluvia, que se filtra por las fisuras y aberturas entre el revestimiento y el paramento en esquinas, provocando el efecto vela sobre el revestimiento, en el frente cuya orientación es más vulnerable a la acción de los agentes atmosféricos», señala.

Esta fue, sin ningún informe previo, la justificación que dieron desde el auditorio municipal, presidido por la concejala Glòria Tello, a lo sucedido en abril cuando cayó el trencadís. En ese momento, los responsables del 'cap i casal' sostuvieron que se iba a realizar el informe que ahora ve la luz y que, además, se reclamaría otro análisis a la empresa instaladora del trencadís. Ese documento no se ha hecho público aunque, como sostienen los arquitectos municipales, ellos sí han tenido acceso a él para realizar este informe.

Asimismo, entre las conclusiones que recoge el documento se afirma que «el revestimiento de trencadís ha perdido la adherencia a los parámetros exteriores verticales, cuyo perímetros es de 164 metros de longitud». «Se ha segregado de estos a modo de membrana solidaria y continua formada por la unión de distintos materiales: el cemento cola de agarre, las piezas de trencadís colocadas sobre malla de unión y el material de rejuntado. Se advierte de la separación existente entre los materiales y los paramentos, presentando abombamientos, fisuras y aberturas en las esquinas», dice específicamente el texto.

Los técnicos, además, lanzan una advertencia en su escrito, en el que reiteran que «se observa en la inspección que se han adoptado medidas precautorias de seguridad de carácter provisional, con un sistema de redes en la fachada recayente al paseo de la Alameda» aunque «desconociendo el sistema de anclaje y la garantía de los materiales empleados».

La celeridad de Les Arts

El pegamento también fue el responsable de la caída del trencadís de Palau de les Arts. El material se desprendió en diciembre de 2013 y obligó también a suspender la programación operística. En ese caso, el adhesivo se «rigidizó, se soltó y entre él y el trencadís se coló agua». Como consecuencia, el desprendimiento del material fue «limpio», dijo el entonces conseller de Economía Máximo Buch. Las tareas de retirada del revestimiento se hicieron rápidas y también su reposición. En octubre de 2015, Les Arts lucía su aspecto original tras los trabajos.

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