Myke Towers cancela su concierto en Valencia por el aguacero

El aguacero que ha caído con fuerza a última hora de esta tarde sobre Valencia le ha jugado una mala pasada al cantante de reggaetón puertorriqueño Myke Towers. El concierto, que tenía previsto dar comienzo a las 22.00 horas de la noche del martes en la Ciudad de las Artes, ha tenido que ser cancelado por motivos de seguridad y por la afección de las lluvias a los equipos técnicos.

La gran decepción para los miles de fans del artista latino ha empezado a tomar forma dos horas antes del espectáculo cuando el diluvio universal ha caído con intensidad sobre la capital valenciana. Pese al aguacero, oleadas de jóvenes seguían agolpándose en las inmediaciones del recinto donde pretendían ver a su ídolo musical costase lo que costase y ni el frío polar, ni la lluvia torrencial, ni el viento huracanado se lo iban a impedir. Ellos querían ver, cantar y bailar, en definitiva, disfrutar de Myke Towers y su música contra viento y marea.

Tanto es así que los asistentes no perdían el ánimo una vez parecía que el temporal empezaba a remitir cerca de una hora y media antes del horario previsto para su arranque. De hecho, un grupo de fans aprovechaban para cantar el estribillo el estribillo de su famosa canción 'La Falda' para levantar la moral de una tropa calada hasta los huesos, pero que seguía plenamente esperanzada en asistir al concierto sin mayor incidencia que haberse chopado durante un rato. Eso daba igual porque premio valdría la pena.

«¡Esa falda chiquitita, qué bonita te queda... La veía to' lo' día' hasta donde se pueda...!», canturreaban las jóvenes empapadas por la lluvia entre el pequeño caos que se había formado al tener que abrir la seguridad los accesos para que quienes permanecían en la cola a la intemperie pudieran ponerse a cubierto.

Sin embargo, cuando todo parecía encaminado a que Myke Towers volviera a subir la temperatura a ritmo de perreo, a falta de tan sólo media hora para el comienzo del espectáculo, con casi todo el mundo en el interior del espacio habilitado, tocaba volver a mirar al cielo. Chispeaba. El chirimiri se convertía poco a poco en lluvia densa, es cierto que no tanto como la tormenta que había arreciado Valencia minutos antes, pero lo suficiente para volver a poner en vilo el concierto.

A partir de las 21.30 horas, los comentarios y los nervios entre los miembros de la organización hacían presagiar lo peor, pese a que el público, calado hasta los huesos, mantuviera la esperanza. Los equipos técnicos habían sufrido daños por culpa del agua por lo que resultaba imposible la celebración del evento. Un motivo a todas luces más que evidente a la hora de garantizar la seguridad del público.

Los agentes de seguridad, que eran conocedores de la noticia antes que nadie, han preparado las salidas del complejo y han sido los primeros en invitar a los asistentes a abandonar el recinto para que el desalojo fuera lo más ordenado posible para una multitud que, como era de esperar pues había dejado de llover, no se lo iba a tomar de buena gana tras haber estado toda la tarde mojándose por Myke Towers a quien han aclamado para ver si salía a dedicarles unas palabras.

Acto seguido, alrededor de las 22 horas se ha anunciado por megafonía la cancelación oficial desatando sentimientos de indignación y rabia entre el público. Los asistentes han proferido gritos como «¡manos arriba, esto es un atraco!» o «¡tongo, tongo!» y una gran muchedumbre han permanecido en el recinto a la espera de ver si el artista hacía acto de presencia.

Uno de los grandes momentos de tensión se ha vivido cuando alguno de los operarios que se encontraban desmontando el escenario ha realizado algún movimiento que ha sido interpretado por algunos espectadores todavía presentes como la salida de Myke Towers. En ese instante la algarabía ha hecho que algunas de las personas que estaban yéndose del recinto hayan vuelto a prisas y carreras y haya tenido lugar una pequeña avalancha humana que afortunadamente ha quedado sin consecuencias.

«La organización lo ha hecho fatal, habiendo avisos de lluvia y con la tormenta y a las 22:10 horas no había salido nadie a decirnos que habían suspendido el concierto, nos hemos visto enterado por un vídeo de instagram. Además, el recinto estaba lleno de agua y toda la gente con paraguas. No se veía nada. Estamos muy decepcionados, lo han hecho fatal», realta a LAS PROVINCIAS Eva, que ha acudido al concierto con su hijo Pau.

En esta misma línea se pronunciaba una joven que hablaba por teléfono entre la marabunta de gente que abandonaba el lugar cariacontecida: «Si ya estaba lloviendo un montón antes, ¿por qué no lo han cancelado hace cuatro horas?».

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