Marta Alonso asume la secretaría autonómica de Cultura
La actual directora general asciende y ocupará el cargo de Pilar Tébar
La renovación del Consell tiene su efecto en el terreno cultural. La salida de José Antonio Rovira de la cartera de Educación, Cultura y Universidades ... ocasiona cambios. El primero pasa por un nombre propio: Carmen Ortí, que será la nueva consellera de Cultura. Tras este nombramiento se produjo la salida de Pilar Tébar como secretaria autonómica de Cultura.
Este viernes se ha dado a conocer a su sustituta: Marta Alonso. La hasta ahora directora general de Patrimonio asciende a secretaria autonómica. Alonso es historiadora del arte y fue directora general de Patrimonio (2011-2015) con Mará José Catalá como consellera de Educación y Cultura.
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El ascenso de Alonso obliga a buscar a otra persona para la dirección general de Patrimonio. Quien se mantiene de momento en el cargo es Miquel Nadal, director general de Cultura.
Algunos cambios en la cartera de Cultura implican a empezar de cero en un sector que suma tres consellers en apenas dos años: Vicente Barrera, José Antonio Rovira y ahora Carmen Ortí. Tres titulares en unas competencias que, al estar integradas en macroconsellerias, quedan diluidas. ¿Cómo se traduce eso? No figuran prioritarias para los responsables políticos, tal y como lamentan las empresas y los trabajadores del sector cultural. En los últimos meses, los comunicados de diferentes asociaciones de profesionales culturales hablan de «menosprecio» de la Administración autonómica.
La nueva consellera de Cultura se va encontrar con un sector artístico agitado. Los problemas afectan a numerosos sectores y el Institut Valencià de Cultura (IVC) está en la diana de las entidades más cuestionadas. El IVC está en el punto de mira del sector teatral: por las ayudas, por el funcionamiento burocrático, por la gestión de los festivales y organismos dependientes de la entidad, las irregularidades en el personal que se detectan en las auditorías...
Todo apunta a una especie de descomposición del ente que dirige Álvaro López Jamar con la que tendrá que batallar Ortí, fallera desde 1970 y miembro de la comisión Sant Antoni de Xirivella. Esta situación tampoco es nueva: en anteriores legislaturas se ha perfilado el IVC como un organismo poco eficiente y nada resolutivo. ¿Se va a corregir? En enero de 2025, Rovira anunció en les Corts la «reformulación» del IVC y ahí se quedó. Ahora es el turno de Ortí y de ella dependerá qué hacer con esta entidad, que tiene un presupuesto que ronda los 40 millones y de la que depende el audiovisual, la música y las artes escénicas.
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