Humor y viñetas para viajar a Benidorm
El dibujante Malagón ilustra la historia de la ciudad alicantina, desde el 'boom' turístico a los personajes más reconocidos como Julio Iglesias
La primera página de 'El encanto de Babel. De las geografías e historias de Benidorm' nos descubre precisamente eso: cómo es esa torre de Babel ... que impera en la capital alicantina. En ella, la paella valenciana comparte espacio con una pizza, una cerveza, unos totopos mexicanos, un curry indio, sangría, champán francés y un 'pintxo' vasco'. Es la peculiar visión que el dibujante Malagón tiene de la ciudad del turismo por excelencia, recogida en ese libro recientemente publicado, en el que se ha aliado junto con Albert Alcaraz i Santonja, documentalista y sociólogo que se encarga en este ejemplar de narrar la vida de un Benidorm «que es mucho más que sol, turistas y fiesta», asegura Malagón a LAS PROVINCIAS.
Publicidad
El dibujante es el encargado de romper con el rigor que imponen los textos de Alcaraz i Santonja para servirse de su afilado colmillo y humor tan característico y describirnos ese Benidorm en el que la discoteca Penélope lanza su 'bat' señal para invitar a los turistas a bailar en sus instalaciones y hasta el propio Julio Iglesias, flamante ganador del Festival de Benidorm en 1968, quien para Malagón llegó incluso a cantar a las sirenas.
Del famoso mirador, que para el ilustrador se convierte en el 'selfierador', a descubrir personajes como el que fuera alcalde del municipio, Pedro Zaragoza. «Él fue el que transforma la ciudad gracias a sus campañas para promocionar la capital como destino turístico», relata el dibujante, quien ha descubierto desde las tradiciones arraigadas a Benidorm a los rincones y parajes como L'Oix y el Saladar, las Peñas de Albir, la Torre González, el Hotel Bali, El Calvari así como anécdotas como por qué la sexta flota solía desembarcar en Benidorm y los motivos de la existencia de la Calle Gambo. «Todos tenemos prejuicios sobre Benidorm. Eso es lo que queríamos romper, porque la ciudad tiene su propio relato histórico», dice Malagón.
Suscríbete a Las Provincias al mejor precio
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión