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Un estreno soñado para el Roig Arena, el nuevo icono de Valencia
El Roig Arena se emociona en el homenaje a Nino Bravo y saca músculo para ser el gran referente cultural en España. El sentimiento se dispara en los 13.000 asistentes cuando la tecnología permite a Eva Ferri cantar 'Vuelve' junto a su padre y Víctor Manuel besa el escenario en homenaje a la leyenda de Aielo de Malferit
Eva Ferri abandona el escenario, cruza de forma simbólica la pantalla y su imagen aparece reflejada junto a la de su padre, Nino Bravo. En algún lugar del espacio, los dos cantan juntos 'Vuelve'. De testigos, 13.000 personas con el corazón en un puño y los ojos vidriosos. Si los estrenos deben ser recordados por un símbolo, el del Roig Arena siempre irá ligado a ese momento mágico. El nuevo icono de Valencia se presentó al mundo sacando músculo. Primero, por rendir tributo a la mayor leyenda de la música valenciana. Defendiendo 'Mi tierra'. Segundo, y también muy importante, por dar un primer paso de un camino donde el coloso de Quatre Carreres va a luchar por convertirse no sólo en la gran referencia cultural, y deportiva, española bajo techo sino en Europa. Tiempo al tiempo, con el símbolo de la canción 'Vivir' con la que arrancó la inauguración del recinto.
En una noche de emociones, y donde todos los artistas que pisaron las tablas del Roig Arena destacaron la relevancia del nuevo recinto que acaba de nacer, cuando pasen los años también se recordará a un emocionado Víctor Manuel besando el escenario, tras interpretar 'Libre', en homenaje a su amigo Nino (Luis Manuel Ferri) y a la mejor interpretación de la velada, opositando a una de las mejores en general versionando a la leyenda de Aielo de Malferit. Con Pablo López al piano cantando junto a Vanesa Martín unas 'Cartas Amarillas' que pusieron en pie a todo el coliseo. Fue una interpretación sublime. Mágica. Poética.
Cuando Juan Roig, que presidió el evento, firmó el 29 de junio de 2020 la primera piedra de las obras del recinto que abrió este sábado oficialmente sus puertas, a buen seguro que no pudo imaginar que el camino para hacer realidad el sueño del Roig Arena para Valencia iba a ser más complicado de lo que se puede elucubrar. Pese a que el proyecto nació con la financiación asegurada y con la empresa promotora, Licampa 1617, con todos los recursos para hacer realidad la construcción de un icono para la ciudad, han tenido que pasar 1.895 días desde el inicio de las obras para hacer realidad la apertura de las instalaciones. Entonces, en plena pandemia y con la Fonteta en modo burbuja para que finalizará la Liga ACB de esa temporada con un campeón, el coste del proyecto aprobado por el Ayuntamiento era de 220 millones de euros. Para llegar a los 400 millones finales en el proyecto donde dos decenas de artistas, y una espectacular orquesta en directo, pusieron voz por primera vez al recinto multiusos ha habido que pasar, primero, por las restricciones marcadas por el covid en 2020 y 2021 y, después, por la guerra en Ucrania que complicó, y encareció, la compra de materiales. Pero como reza una de las letras más míticas del artista cuya alma sobrevoló por la imponente cubierta de placas cerámicas del nuevo coloso valenciano «mi tierra tiene su voz que ruge si se le encierra». Cinco años después de aquel encierro forzado por la pandemia, la voz de Valencia va a rugir más fuerte que nunca dentro de las paredes del Roig Arena. Buena parte de que ese rugido se quede dentro del recinto, y también ha sido parte actora del incremento final de los costes en 80 millones, la tiene la obsesión que se ha tenido para lograr un sellado del sonido total gracias a las 20 capas de aislamiento. La de ayer fue la primera de muchas noches mágicas. Tú volverás. Y sí, lo has leído cantando la letra.