Cultura ha abierto el nuevo edificio del Bellas Artes sin inspección ni simulacro de Bomberos
Patrimonio dice que la revisión de los agentes «no es preceptiva» y el obligado ensayo se realizará cuando Protección Civil del Ayuntamiento «lo estime oportuno»
Las asignaturas pendientes son una constante en la gestión del Museo de Bellas Artes de Valencia. A los asuntos sin resolver ya conocidos se añade ahora que el espacio Pérez Castiel inaugurado el pasado febrero, abrió sus puertas sin la inspección de Bomberos y sin que hasta el momento se haya llevado a cabo el simulacro que se tiene que realizar con la finalidad de conocer si lo previsto en el plan de protección cumple el objetivo perseguido.
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Una y otra circunstancia las confirmaron desde la dirección general de Patrimonio de la Conselleria de Cultura. El departamento autonómico que dirige Carmen Amoraga aseguró que «no es preceptiva la visita de los Bomberos» y en cuanto al obligado simulacro explicó que se realizará «cuando así lo estimen oportuno en equipo de trabajo de Protección Civil del Ayuntamiento y el Museo de Bellas Artes».
En Patrimonio señalaron que desde principios de año está presentada la inscripción del espacio cultural al Plan de Autoprotección del espacio cultural, informe que «contempla entre otras cuestiones el documento básico de seguridad contra incendios». Formar parte del Plan de Autoprotección «implica», según fuentes del departamento de Patrimonio, la realización del mencionado ensayo de Bomberos.
«El simulacro se tiene que hacer una vez inscrito el plan para ver que todo lo que hay en el documento funciona», puntualizaron. Con esta afirmación dejaban claro que ahora todavía no se conoce la respuesta que se puede obtener de la aplicación de las indicaciones contenidas en el informe –más de un millar de páginas, según Patrimonio– dado que el simulacro permanece en compás de espera.
El estudio se solicitó con motivo de la ampliación del museo, intervención que ha dado a la pinacoteca el espacio Pérez Castiel, que se abrió al público con una muestra que reúne un centenar de obras titulada 'El inicio de la pintura moderna en España: Joaquín Sorolla y su tiempo', que permanecerá en dicha instalación hasta el próximo año.
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El espacio, conocido en un primer momento como sala V, estuvo dos años pendiente de inauguración. Las obras que permitieron ganar espacio al museo terminaron en enero de 2017, pero hubo que esperar hasta el pasado febrero para la inauguración. La puesta en marcha coincidió con el cierre de la sala Sorolla.
Mientras llega el día del simulacro, la pinacoteca valenciana también aguarda que vea la luz el Plan de Evacuación de Obras de Arte, un documento sobre el que la dirección general de Patrimonio aseguró que están trabajando en estos momentos, si bien no dieron a conocer una fecha en la que podría estar disponible, como tampoco facilitaron información sobre las indicaciones que traslada y las cuestiones a las que atiende. El departamento autonómico se limitó a responder a LAS PROVINCIAS que dará «a conocer el plan de evacuación de obras a su debido tiempo».
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No obstante, se sabe que este tipo de informes responden a la necesidad de adoptar medidas de carácter preventivo ante potenciales situaciones de emergencia que en un momento dado puedan producirse poniendo en riesgo las obras de arte que se conservan en espacios donde se conservan obras, como el Museo de Bellas Artes.
Se da la circunstancia de que, como ayer informó el diario 'El País', el museo del Prado se encuentra inmerso en el proceso para diseñar un programa para la evacuación de sus fondos en el caso de tener que afrontar situaciones como un incendio, un ataque terrorista o robo, como apuntaba el rotativo madrileño.
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La sensibilidad por las cuestiones que rodean al cuidado y protección del patrimonio cultural está más despierta que nunca en la sociedad tras los daños ocasionados por el incendio que el pasado 15 de abril sufrió la catedral de Notre Dame en París.
El Museo de Cerámica inicia la limpieza de su fachada
El Museo Nacional de Cerámica González Martí, que se encuentra en el palacio del Marqués de dos Aguas, muestra un andamio en su fachada principal. Ha iniciado esta semana la limpieza de la fachada que cada cuatro años se lleva a cabo con la finalidad de mantener en las mejores condiciones una de las más espectaculares muestras de arte barroco en la ciudad.
Las tareas que se van a realizar forman parte del plan cuatrienal de mantenimiento preventivo, que consiste en la eliminación del polvo acumulado y la hidrofugación de la superficie. Según informó la dirección del Museo,0 la última intervención tuvo lugar en 2014. En esa ocasión sólo se limpió y sometió a proceso de hidrofugación, pero este año, además, se ha previsto la renovación de los morteros deteriorados.
Los trabajos se extenderán cerca de mes 0y medio, periodo en el que en la puerta de acceso estará instalado el andamio. La fachada de alabastro, obra de Ignacio Vergara e Hipólito Rovira realizada en 1740, es uno de los elementos que se conservan de la reforma acometida por el III marqués de Dos Aguas, Giner Rabassa de Perellós y Lanuza, a mediados del siglo XVIII.
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