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En las dehesas se respira respeto a la naturaleza. APLAUSOS
La crianza del toro bravo, freno del cambio climático
EL RUEDO

La crianza del toro bravo, freno del cambio climático

Sus dehesas son sumideros de CO2, ayudan a fijar la población rural y son cobijo de especies protegidas

josé luis benlloch

Sábado, 14 de diciembre 2019

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Las dehesas en las que se cría el toro bravo contribuyen de manera muy eficaz a frenar el cambio climático entre otros motivos por ser son sumideros de CO2 y fuentes productoras de oxígeno. Así lo explicaron en el marco de la Cumbre del Clima en Madrid, desde Alianza Rural -plataforma constituida para la defensa del medio rural, sus tradiciones, riqueza y entorno, que tiene como socios fundadores a ASAJA y a la Unión de Criadores de Toros de Lidia (UCTL), en el transcurso de una acción donde los protagonistas del campo han hablado desde su medio natural sobre cambio climático en presencia de representantes políticos. El encuentro tuvo lugar en la finca Cerro Longo de la Sierra de la Comunidad madrileña.

El acto intentaba concienciar de que el abandono de nuestros campos supone su muerte y, en consecuencia, su desertificación y su desaparición. Por ese motivo, «el reto climático como gran revolución ambiental verde debe ir de la mano de los principales protagonistas junto con la ciencia y la tecnología», según la tesis defendida por la propia Alianza Rural, que a su vez ha insistido en otra idea clave: «Los agentes del campo somos parte de la solución para frenar el cambio climático, no somos el problema».

En ese aspecto la crianza del toro bravo es clave en el mantenimiento de la dehesa en España y la fijación de la población rural. La producción de la raza de lidia se extiende por España, Portugal, sur de Francia, México, Colombia, Perú, Ecuador y Venezuela y solo en España existen más de 976 explotaciones ganaderas de bravo, que cuentan con un censo de 213.457 animales inscritos en el Libro Genealógico de la Raza Bovina de Lidia. Su crianza se extiende por más de 250.000 hectáreas de dehesa, definidas por la Unión Europea como Sistemas de Alto Valor Natural (AVN) que se caracterizan por el bajo empleo de insumos, la presencia de vegetación seminatural y la diversidad de usos del suelo. En España abarcan una enorme tipología de fincas: desde zonas pastadas por ganadería extensiva hasta herbáceos de secano con manchas de vegetación. De su mantenimiento dependen especies únicas y emblemáticas, como el lince ibérico, el águila imperial, razas ganaderas autóctonas o variedades autóctonas de cultivos. De hecho, en las dehesas de toros de lidia se desarrollan programas de conservación de especies protegidas, también son puntos de paradas de aves migratorias cuando hay presencia de acuíferos.

El toro bravo vive en un sistema de crianza extensivo y respetuoso con el medio ambiente. Dispone de mayor intensificación que otras razas bovinas –cerca de dos hectáreas por cabeza y tiene menos impacto sobre su hábitat que otras especies como el cerdo o la oveja. Con todo ello contribuyen a la lucha contra el cambio climático porque las dehesas son sumideros de CO2 y fuentes productoras de oxígeno–.

En su aportación a la conservación de la biodiversidad hay que añadir que esas mismas dehesas son una barrera frente a los incendios por la limpieza del matorral, por la constante vigilancia del ganado y por las características de sus cerramientos, que dificultan la formación y propagación de los mismos, además de evitan el furtivismo y limitan el acceso del mayor depredador, el hombre.

Cambio, compro, ficho… el mercado del toreo

La actualidad taurina transcurre estos días principalmente en los despachos. Los cambios de apoderado, nuevas estrategias, propósitos de enmienda, planes y justificaciones son el pan informativo de cada día. Fortes que reaparece, se va con Luisito que a su vez se había separado de Emilio de Justo que además de mantener el vinculo con Alberto García dio poderes a Simón Casas que a su vez había roto anteriormente con Paco Ureña que se ha ido con el empresario Garzón que había dejado el apoderamiento del peruano Galdós. Ese es solo un ejemplo del galimatías endogámico en el que habita el toreo estos meses.

Pero hubo muchos más, naturalmente siempre de mutuo acuerdo, si se permite la ironía. Daniel Luque tras su resurrección artística deja a los Piles y se va con Carlos Zúñiga hijo; el padre de este último que nade tiene que ver en los negocios de su hijo, deja a Morenito de Aranda; David Mora por su parte ha dado poderes a Jorge Arellano; la semana pasada ya anunciamos en esta paginas los apoderamientos de los valencianos Román con Erice y de Jesús Duque con el Soro y Javier Vázquez, Curro Díaz ha encontrado nueva pareja de baile en Ruiz Palomares y la lista amenaza con crecer siempre en búsqueda de unos resultados fundamentalmente económicos que no se han producido este año. En cuanto a cambios de gestión de plazas de toros el movimiento no es menor. Cambió la difícil Córdoba que será regida por José María Garzón y cambió la importante Bilbao que ha ido a manos del grupo mexicano de los Bayeres que sigue avanzando en sus objetivos de acumular plazas. Y como es habitual, la concesión de esta ultima, no se libró de una gresca administrativa y ha sido recurrida por el Rafael García Garrido, coempresario de Madrid. En la misma tesitura aunque con distintos protagonistas, se encuentra la plaza d Arles que se había concedido a Juan Bautista que ya la gestionaba; Simón Casas seguirá en su Nimes. Y quedan en expectativa de cambio plazas de tanto relieve como Alicante, a la que a buen seguro opositará el alicantino Nacho Lloret; Puerto de Santa María; Huesca y Málaga entre otras aparece también en el panorama de los cambios próximos.

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