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Unos burros en el Desert de les Palmes. Jesús Signes
Veterinarios critican el traslado y los cuidados de los burros muertos en Castellón

Veterinarios critican el traslado y los cuidados de los burros muertos en Castellón

Advierten de que los animales estabulados necesitan un periodo de adaptación en el monte y de atenciones continuas

Juan Sanchis

Valencia

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Jueves, 28 de octubre 2021, 00:36

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La causa de la muerte de la decena de burros en el Desert de Les Palmes de Castellón todavía no se ha esclarecido. Se está a la espera de las necropsias y del resultado de los análisis toxicológicos que la Conselleria de Emergencia Climática ha enviado a Murcia. Pero sí que han surgido dudas sobre el trato que han recibido estos animales.

Veterinarios consultados por este periódico señalan que trasladar unos animales que están acostumbrados a vivir estabulados para dejarlos en el monte no es fácil. Destacaron que lo oportuno sería haber fijado un periodo de adaptación para que los animales se acostumbraran a la nueva situación. Además, se les tendría que haber proporcionado unos cuidados especiales.

Antonio Calvo, decano de Veterinaria de la Universidad Católica de Valencia, apuntó que en estos casos hay que tomar unas medidas preventivas antes de dejarlos en el monte.

Por un lado está la alimentación. Estos animales están acostumbrados a comer en pesebre y en su nueva situación tendrían que buscarse la comida. «Necesitan de una adaptación», resaltó también María de la Cuesta, responsable de Medicina Interna en el Hospital Veterinario de la Universidad CEU Cardenal Herrera.

De la Cuesta apuntó que los burros son unos animales que necesitan un acceso constante a la comida. En caso contrario, su metabolismo recurre de forma inmediata a sus grasas con lo que se pueden quedar escuálidos. y «este comportamiento puede tener consecuencias en su organismo», precisó María.

Calvo, por su lado, apuntó que para trasladar estos animales se precisa de una serie de actuaciones preventivas antes del cambio de ambiente y de otras curativas. Se refirió en primer lugar a la desparasitación. «En el caso de los burros estabulados se tiene que hacer cada seis meses. Si están sueltos, la operación debería realizarse cada tres o cuatro meses», explicó.

Y es que los parásitos son un grave problema que si no se trata puede provocar la muerte del animal. «Las garrapatas propagan enfermedades como la ehrlichia equina o la piroplasmosis», apuntó el decano de la Universidad Católica.

También hay que tener un cuidado especial con los cascos. «No es lo mismo que anden por un establo que por el monte», precisó Calvo.

Además, precisaron ambos expertos, está el problema del estrés que, según Calvo, se puede manifestar en que dejen de comer y beber durante cierto tiempo lo que puede desembocar en daños en el aparato digestivo del animal.

Fuentes veterinarias explicaron, por otro lado, que los propios burros pueden haber sido los que han roto los alambres en un ataque de pánico. Las mismas fuentes apuntaron que habría que haber tenido en cuenta que estos animales precisan sobre todo de agua de forma constante «ya que incluso es más importante que la comida», apuntaron.

Por otro lado, el PP ha presentado una batería de preguntas dirigidas a aclarar que es lo que ha sucedido. Los populares interpelan a la consellera sobre aspectos como si los burros pasaron los controles veterinarios necesarios para su traslado.

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