Los usuarios estallan contra los Cercanías de Valencia: falta de puntualidad y aglomeraciones en los trenes

El enfado es tal que ha llevado a David a presentar una queja ante el Defensor del Pueblo en la que se recogen sus reivindicaciones que se resumen en la falta de puntualidad y en la baja capacidad de los trenes. «Los retrasos son continuos a lo que se suma las cancelaciones y, además, los convoyes en muchas ocasiones van abarrotados y no cabe nadie. Llevamos un año sufriendo con Renfe», asegura en su escrito este usuario.

Para David lo peor son los fines de semana que es cuando más problemas se producen. Es cuando «se reducen trenes, pero no ponen composiciones dobles para absorber toda la gente que va y viene de los pueblos de alrededor».

Esta queja no es sólo de David. Los usuarios de este tramo se quejan del funcionamiento de las cercanías. Se puede ver en el tren que sale de Valencia a las 8:11 de este martes 12 de diciembre. Allí viaja Ferran que utiliza este servicio dos veces a la semana para ir al trabajo. «El convoy sale puntual, pero la hora de llegada es otro cantar. Muchas veces hay demoras de diez minutos», explica este vecino de la playa de Miramar. Y señala que en hora punta «van colapsados e incluso hay personas que se quedan en tierra porque no pueden subir».

Ana coincide con la opinión de Ferran. Viaja en el mismo tren que utiliza con mucha frecuencia para ir a trabajar a Valencia. Vive en Alfafar y señala que el convoy «suele ir abarrotado. Hacen falta más composiciones ya que vamos enlatados como sardinas».

En la estación de Alfafar-Benetússer José María espera que llegue su tren. Todos los días coge un cercanías para desplazarse a su trabajo (un taller de orfebrería) y resalta que los convoyes «puntuales no son». Además, también critica que tienen que ir muy apretados. En su opinión, «tendría que haber más trenes o más largos».

Antonia también se sube al tren todos los días para ir a trabajar y hace el trayecto Alfafar-Valencia. Las críticas que dirige a Renfe son las mismas: los trenes no son puntuales y van repletos. «Ni pensar en sentarse en el trayecto. Vamos como enlatados», señala.

Rosalía espera también en la estación de Alfafar-Benetússer a que llegue el tren que la acercará a Valencia donde trabaja como contable. Señala que el servicio se suele retrasar entre cinco y diez minutos. «El que más demoras tiene es el que viene de Gandia», afirma y, además, recalca que «van muy llenos» por eso apuesta por hacer los convoyes más largos para que quepan más viajeros.

«No se respetan los horarios». Así de contundente se muestra Ana Belén mientras consulta su reloj y la previsión de llegada del tren que aparece en el monitor. Es una usuaria habitual del servicio ya que todos los días se tiene que desplazar hasta Valencia para trabajar. Se queja también de la masificación: «A veces tengo que dejar pasar algún convoy porque no cabemos», destaca.

Mientras, Rosa, que es administrativo y trabaja en Valencia, necesita coger el tren todos los días para acudir a su trabajo. A la pregunta de cómo ve el servicio, su respuesta es lacónica: «Fatal» y enumera sus quejas: no llegan en hora «y nos llevan como borregos amontonados» y destaca que «desde hace unos cinco años es terrible. Venimos por obligación». Sí que destaca que los convoyes están limpios y cuidados.

Las críticas son básicamente las mismas para José, que habitualmente viaja en este transporte público. «Vamos mucha gente y a veces llegan llenos y no puedo subir», recalca. Juanjosé es un veterinario que trabaja en Silla y coge el tren todos los días: «Me gusta y es puntual».

Esmeralda y Carme van todos los días a Valencia. Las dos están preparándose para ser tripulación de cabina de una aerolínea y suben al tren diariamente. Ambas coinciden en señalar los puntos débiles de este servicio en Alfafar: los convoyes no son puntuales y van demasiado llenos.

«Van muy llenos y generalmente no son puntuales». Son también las críticas de Ramón que todos los días coge este servicio para ir a trabajar. «El problema se agrava en las horas punta», apostilla este joven.

Desde Renfe no ven la situación del mismo modo. Fuentes de la compañía han explicado que la oferta actual de los trenes de Cercanías en Valencia cubre la demanda y recuerdan que hay 330 circulaciones todos los días. Subrayan también que muchos convoyes van con doble composición con lo que caben entre 500 y 800 personas.

Por otro lado, las mismas fuentes subrayan que comprar un billete de cercanías «no te garantiza un asiento». Además, destacan que las supresiones son muy puntuales y no llegan al 1,5% de las 330 circulaciones. Indican que supresiones se producen por algunos motivos imprevistos como una avería en la línea o «un incendio cerca de las vías obliga a detener el tren».

También han destacado que el índice de puntualidad de las Cercanías de Valencia es del 90%. Añade que en el caso de Alfafar pasan 90 circulaciones de la línea Valencia-Xàtiva y otros 80 que hacen el trayecto Valencia-Gandia, además de los trenes regionales. En total la atraviesan 180 trenes todos los días por lo que no comparte las críticas sobre la falta de espacio en los trenes. «Hay uno cada quince minutos. Si se suprime un convoy enseguida llega el siguiente», han explicado estas fuentes.

En el mismo sentido, han recordado que estos meses pasados ha habido obras lo que ha hecho que haya habido cortes y desvíos. Pero resalta que en los trenes viajan técnicos para calibrar si es necesario aumentar la oferta de convoyes.