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Algunas de las traviesas que se emplearán para el tercer carril. damián torres
El tráfico de trenes entre Valencia y Castellón volverá a sufrir cortes este verano

El tráfico ferroviario entre Valencia y Castellón volverá a sufrir cortes este verano

Las obras en el túnel del Cabanyal, incluidas en la segunda fase del tercer carril, obligarán a suprimir trenes y modificar horarios

Isabel Domingo

Valencia

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Viernes, 8 de junio 2018, 19:43

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Hace poco más de un mes el Ministerio de Fomento iniciaba las obras de la segunda fase del tercer carril entre Valencia y Castellón, en concreto, los trabajos para implantar esta infraestructura en la vía que quedo pendiente tras la primera fase terminada a finales de 2016 y que supuso la puesta en servicio del AVE entre las dos ciudades.

Unas semanas en las que el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) ha realizado las tareas de aprovisionamiento, acopio y distribución de traviesas y otros materiales en el trazado que discurre entre Valencia y Sagunto, el primer tramo en que se va a realizar esta actuación y que afectará a la vía lado mar. De hecho, ya se trabaja en la colocación de las traviesas y, según los datos facilitados por Adif, hasta el miércoles de madrugada se habían distribuido 21.864 traviesas de las 36.000 correspondientes a este tramo.

EN DETALLE

  • 36.000 traviesas de tipo mixto se distribuyen a lo largo del trazado entre Valencia y Sagunto.

  • 2019 es la fecha que maneja Adif para concluir la segunda fase completa, es decir, hasta Castellón.

Los trabajos, que se ejecutan por la noche para evitar la afectación sobre la circulación, se centran ahora en la zona de Puçol pero Adif ya tiene la mirada puesta en la ciudad de Valencia, en concreto, en el túnel del Cabanyal, considerado uno de los puntos más sensibles de las obras del tercer carril por sus características y donde los técnicos actuarán en los meses de verano.

De ahí que el tráfico ferroviario entre Valencia y Castellón vaya a verse afectado por cortes, supresión de trenes y modificaciones horarias en los distintos servicios que se prestan en la línea, según confirmaron fuentes de Adif que apuntaron la necesidad de «restringir circulaciones» en julio y agosto, coincidiendo con el menor volumen de circulaciones, especialmente en Cercanías por el periodo vacacional.

Asimismo, explicaron que actualmente se negocia con Renfe cómo repercutirán las obras sobre la oferta ferroviaria, englobada por Cercanías, Media y Larga Distancia (Euromed), alta velocidad y mercancías.

Es el motivo por el que, desde finales del mes pasado, la venta de billetes entre la capital del Turia y la de la Plana está bloqueada para las fechas de julio. Fuentes de Renfe señalaron que se irán desbloqueando en los próximos días conforme se aclare el calendario de los trabajos en el túnel del Cabanyal y cómo repercutirá en las frecuencias ferroviarias.

Y es que Adif tampoco descarta el corte total del túnel durante unos días (siempre en los meses de verano) o que se restrinja el paso a unos determinados trenes mientras se habilitan autobuses para parte del trayecto, ya que el corte no tendría por qué repercutir a toda la línea. En este sentido, el servicio no sólo discurre entre Valencia y Castellón, pues los Euromed, por ejemplo, provienen en algunos casos de Barcelona, Murcia o Alicante.

En cualquier caso, los dos organismos del Ministerio de Fomento siguen trabajando en la búsqueda de las alternativas menos perjudiciales para los usuarios con el objetivo de evitar los números problemas que surgieron en la fase anterior, entre verano de 2015 y noviembre de 2016.

Entonces, y debido a las numerosas quejas de los viajeros -especialmente de los estudiantes de la UJI de Castellón- y del Consell, Renfe optó por habilitar diez autobuses diarios en horas punta para complementar el servicio entre Valencia y Castellón, que se redujo a la mitad (45 convoyes en doble composición) y en el que, además, se produjeron retrasos habituales de entre 15 y 30 minutos.

Las obras en el túnel del Cabanyal consistirán en levantar la capa de hormigón, sustituir las traviesas (hay previstas 6.000), implantar el tercer carril y los cambios de agua, que precisamente fue uno de los procesos más complejos en la primera fase de las obras.

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