La poza en la que se ahogó el menor de Alborache, sin precinto ni señales de peligro

Un baño que acabó en tragedia. Mientras se investigan las circunstancias que causaron la muerte de un menor de 16 años en un paraje del término municipal de Buñol, LAS PROVINCIAS recorre el camino que efectuó en la jornada del lunes. Este periódico ha podido comprobar que en la zona donde ocurrió el suceso no hay ningún tipo de señal ni de precinto policial.

La alcaldesa de Buñol, Virginia Sanz, explica que aunque sí tienen precinto para prohibir el acceso a zonas como la cueva del Turche, en estas pozas del río Juanes, al tratarse de una zona de dominio público no existe ningún tipo de prohibición. Eso sí, recuerda que siempre recomiendan no lanzarse desde zonas elevadas sin comprobar la profundidad del agua y sin ver si existe fango en el fondo del río.

En el centro de menores de Alborache donde estaba el joven fallecido, que, según algunas fuentes había llegado hace poco al mismo, no hay ganas de hablar. Una trabajadora está sentada a la puerta del edificio y no quiere comentar nada de lo ocurrido. Lo mismo hace otra que llegaba a trabajar a la instalación. Silencio y dolor.

A algo más de media hora a pie, por un camino escarpado, se llega a una explanada que en un día de mayo está vacía pero que en verano se llena de coches. Desde este improvisado aparcamiento ya se escucha el sonido del agua. Es una zona a la que suelen acudir vecinos de los municipios más cercanos para paliar el calor estival.

Tres vecinos de Valencia que tienen campos en la zona se mueven con agilidad por el escarpado terreno. «El río Juanes ha cambiado con la dana», recuerda uno de ellos mientras brinca entre piedras. Se coloca encima de una gran piedra y señala hacia abajo: «Se tiran desde aquí», explica. Reconoce que aunque es una imprudencia él mismo también se ha lanzado en ocasiones al vacío.

No conocen la historia del menor fallecido, pero ven evidente el riesgo. En la zona no existe ningún tipo de señalización que prohíba el baño pero creen que debe primar la prudencia.

Sí permanece cerrado otro espacio natural en el que muchos vecinos de la zona van a darse un baño durante el verano. La Cueva Turche, también en Buñol, permanece precintada debido a los daños ocasionados por la dana y mientras finaliza su reconstrucción.

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