Refundemos el Valencia CF excluyendo a Peter Lim
UNA PICA EN FLANDES ·
ESTEBAN GONZÁLEZ PONS
Lunes, 6 de julio 2020, 08:14
Lo mismo que el amor se desvía hacia las redes sociales y que los alimentos comparten un único sabor a comida, el fútbol tiende hacia el videojuego. Durante la pasada cuarentena los medios han seguido por primera vez un campeonato de fútbol jugado en PlayStation. Y a la salida nos encontramos con que a los estadios del deporte rey ya sólo se puede asistir por televisión, que el público se recrea por ordenador como los orcos de 'El señor de los anillos', que también se reproduce el sonido de fondo, los cánticos y los gritos de goool, y que el partido se detiene de cuando en cuando para que beban los jugadores. Nos falta un mando a distancia en las manos para que la experiencia sea idéntica a la del videojuego. Sólo una cosa permanece invariable, la interferencia de la federación en la selección de árbitros para condicionar el final de la Liga.
Por más que digan que la vieja normalidad volverá, yo desconfío. La historia del hombre es irreversible. Aquel Mestalla de las sillas de enea, el programa de mano, el olor a puro, los saladitos, los insultos al árbitro en valenciano, el Claramunt, ¡bien!, Paquito, ¡bien!, Valdez, ¡bien!, el marcador simultáneo Dardo, el transistor pegado a la oreja o el «che, passa-li!» de mi yayo, aquel Mestalla en que nos abrazábamos y llorábamos pegados corazón con corazón, aquel espectáculo épico, aquel futbol de adultos, ese, no volverá. Y lo que faltaba era que el propietario asiático del Valencia nos espetase que el equipo es suyo y que puede hacer lo que quiera con él. Como el amo de la bola en el colegio que decidía quién jugaba y quién no. Si no fuera porque traicionaría a mi estirpe, da ganas de cambiar de equipo.
Tiene razón Peter Lim, las deudas, todas las deudas, son suyas, pero no el orgullo, ni la fidelidad... Suyos son los créditos, pero la pasión es nuestra. ¿Y cómo va a llenar el campo si nos llevamos la pasión? Si los valencianistas le damos la espalda, Peter Lim se arruina. ¿No lo veis?, somos a la vez sus proveedores y sus clientes. Por eso, propongo que refundemos el Valencia CF y dejemos a este señor tirado con sus deudas. Que volvamos a empezar de cero. Que nos llevemos la memoria y salgamos del videojuego. Si las peñas se unen somos libres. Costaría regresar a primera división, sí, pero todas las victorias y los goles serían nuestros, ¡nuestros!, y no del tipo que nos deja mirar por encima de su hombro. ¿Cuándo se jodió el fútbol? Cuando los clubs se convirtieron en negocios. Peter Lim no es ni va a ser dueño de mi amor ciego al Valencia. Señoras señores, dignidad y fútbol auténtico.