Urgente El precio de la luz de este martes se dispara con varios tramos por encima de los 115 euros/MWh: las horas más económicas para usar los electrodomésticos

A Lara González le duele el corazón

PASO OLÍMPICAMENTE ·

El deportista nunca está del todo preparado para afrontar una lesión. Sobre todo si llega un día a jugar un Mundial a 20 kilómetros de casa

Viernes, 10 de diciembre 2021, 00:18

Esta historia no arranca el pasado martes, cuando yo, un más que humilde corredor en sus ratos libres, por primera vez en mi vida decidí ... parar antes de completar los 1.000 metros. Tampoco voy a hablar de la frustración y el cabreo que sentí al notar cómo rebrotaban unas molestias que me lastraron el año pasado. Ni de la sonrisa impostada al saludar a un buen levantinista, que me dijo: «Este año, mal». «Hay tiempo, y si no, la temporada que viene, a por el ascenso», le respondí. Este texto va de un no Mundial de balonmano, soñado desde hace mucho tiempo y que se quebró la tarde antes de empezar.

Publicidad

Bueno, lo que se rompió fue el dedo de Lara González. Y ante tal infortunio, ¿quién soy yo para quejarme de no poder trotar durante unos días? «Hacía mucho tiempo que no sentía un dolor de corazón tan grande», me dijo la jugadora de Santa Pola al hablar de la lesión que sufrió en el último entrenamiento, a horas de que las Guerreras debutasen en el Mundial. Y con sede en Torrevieja, a 20 kilómetros de su casa. «No sé ni cómo fue. Me enganché con una compañera, pensé que no era nada».

¡Y vaya si lo era! Rotura limpia del dedo anular de la mano derecha. Su dominante. Dos meses de escayola y un sueño que se esfuma. Después de dos Juegos Olímpicos, cuatro Europeos y otros tantos Mundiales, el quinto no iba a ser un torneo cualquiera para la guerrera alicantina. «A la mayoría no ha podido venir a verme jugar mi familia, así que desde 2017, cuando anunciaron que este Mundial sería en España, empiezas a ilusionante con poder estar».

La actitud positiva de la guerrera, que va cada tarde a ver los partidos a Torrevieja, resulta inspiradora

Lara González es una de las muchas guerreras nómadas que han tenido que hacer las maletas para vivir del balonmano ante una liga nacional que bastante tiene con existir. Pasando algo similar con la Asobal, un día alguien deberá abordar en serio lo del balonmano, un deporte del que muchos se acuerdan sólo para exigir medallas en los Mundiales y Juegos. Patrocinios y ayudas para que lleguen, los justos.

Publicidad

Su exitosa trayectoria, sobre todo en Francia, pero también en Hungría y en Dinamarca, la han consolidado como una pieza clave de esta fantástica generación de las Guerreras. Lara González, con suspense, pero aportó una PCR negativa que le permitió ir a los Juegos. En octubre sufrió una lesión muscular: «Pensé que por lo menos había llegado con tiempo para recuperar de cara al Mundial». Apretó los dientes y, sin llegar en plenitud, se puso a punto defender la camiseta de la selección en Torrevieja, tan cerca de casa que quien no acudiera a ver un partido suyo, sería sencillamente porque no quería.

Pero la tarde de antes: '¡Crack!'. Un chasquido seco e indoloro en la mano, pero que le atravesó el corazón. Lara lo cuenta ahora con su eterna simpatía, incluso sonriente, algo que puede inducir al engaño: «¡No, que va! Todavía no me he reconstruido. Los deportistas sabemos que estamos expuestos a lesionarnos en cualquier momento, pero nunca estamos del todo preparados para cuando llega el momento. Y más ante una oportunidad como esta, la de jugar un Mundial al lado de casa». Al final de la conversación, le di las gracias por inspirarme con su actitud optimista y por el arrojo que está mostrando de acudir cada tarde a Torrevieja para ver los partidos del Mundial. Y sobre todo, por el mensaje que transmite: «Los primeros días fueron verdaderamente duros, pero ahora todo eso es pasado. Tengo que trabajar para volver mejor de lo que estaba. Hay muchos objetivos por los que pelear». Positivismo en estado puro aplicable a cualquier situación adversa. No exijo, deseo fervientemente que las Guerreras ganen una medalla en el Mundial que están disputando, para que puedan dedicársela a Lara.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete a Las Provincias al mejor precio

Publicidad