El insoportable triunfo del '¿Vale?'

En este desorden léxico que vivimos, con ramalazos crecientes de vulgaridad, en el número 2 de mis mayores irritaciones están las frases hechas. ¿Qué significa 'por activa y por pasiva'? ¿Es una alusión porno? ¿Cuál es el minuto cero, existe ese minuto? ¿A qué punto infinitesimal se dirige la pelota y a qué deporte en concreto estamos jugando mentalmente? No me lo diga usted aún más alto porque va a dejarme sordo.

Me he referido antes al número 2 de mis mayores irritaciones idiomáticas. ¿Y cuál es la tirria que coloco en el número 1 de mi lista? Lo revelo de inmediato: soporto mal el triunfo indiscutible de la pregunta '¿Vale?', popularizada en los últimos tiempos especialmente por la televisiva Belén Esteban, a la que en vez de 'La princesa del Pueblo' deberían llamar 'La reina del ¿Vale?'.

Busco en los dccionarios el significado de '¿Vale?: «Se emplea a veces para despedirse en estilo familiar; 'tercera persona del singular del presente de indicativo del verbo valer'; 'papel o seguro que se hace a favor de alguien, obligándose a pagarle una cantidad de dinero'; 'bono o tarjeta que sirve para adquirir comestibles u otros artículos'». Pero en las tertulias de la tele, la que es sin duda la pregunta más popular del momento, '¿Vale?', esconde, bajo su condición de latiguillo, una maleducada desconfianza hacia la capacidad comprensiva del interlocutor.

A grandes rasgos y cada dos por tres -por cierto, otras dos frases hechas, aunque no tan omnipresentes como el '¿Vale?', la popular Belén Esteban dice gemas parecidas a la siguiente: «Ayer me levanté a las siete de la mañana, ¿vale?». También son habituales las confidencias del tipo «Anabel Pantoja es muy amiga mía, ¿vale?». En tardes inspiradas hace reflexiones luminosas: «Esta noche quiero ir al cine, necesito entretenerme, ¿vale?».

Me entra coraje cuando escucho esa pedestre pregunta. En tales ocasiones, lindantes con el absurdo, el 'vale' belenestebaniano, vamos a llamarlo así, significa, más o menos, '¿Me entiendes?'. Si sus interlocutores tienen amor propio, deberían responderle de inmediato con sorna: «Si, Belén, he comprendido sin esfuerzo que ayer te levantaste a las siete de la mañana, que eres amiga de Anabel Pantoja y que esta noche quieres ir al cine para entretenerte un rato, no hay enigma alguno en tus palabras».

Le hago una propuesta a Belén: ¿por qué no se estudia bien la obra del filósofo Hegel (Stuttgart, 1770-Berlín, 1831) y proclama, en uno de los debates de la tele, párrafos de 'La genealogía del espíritu'?: «La lógica estudia en su ser en sí y a la vez es estudiada por la filosofía de la Naturaleza; también en ella se desenvuelven sus manifestaciones en estado de alteridad. El ser es el concepto y el concepto es la síntesis de los dos momentos principales del ser».