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Agentes de Policía Local comprueban el estado del barranco del Carraixet

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Agentes de Policía Local comprueban el estado del barranco del Carraixet A.S

Viaje al corazón de la tormenta interminable en Valencia

LAS PROVINCIAS recorre la ciudad de norte a sur con una patrulla de la Policía Local en las peores horas del temporal

Martes, 30 de septiembre 2025, 02:12

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La tormenta arrecia sobre Valencia cuando los agentes de la Unidad de Seguridad y Apoyo a la Prevención (USAP) entran en el turno de noche. LAS PROVINCIAS se sube a un coche patrulla de la Policía Local para recorrer la ciudad de punta a punta bajo las peores horas del aguacero que barre el Cap i Casal en las primeras horas de la madrugada. Nos encontramos con calma tensa, pero la situación se complica con el paso del tiempo. La tormenta es eterna, interminable, incansable, inacabable. Los adjetivos se quedan cortos para un aguacero estático que lo llenó todo de miedo en una noche que despertó los peores fantasmas.

En el silencio de la madrugada, el repiqueteo de las gotas sobre el asfalto o la carrocería del coche o el sonido de las botas en el barro atruenan como bombas. En la oscuridad de la noche, el brillo de las luces del coche de policía o el resplandor de los relámpagos iluminan como si se hiciera de día. Es una noche también del olor a tierra mojada, del tacto del chubasquero fosforito del Cuerpo municipal. Es una noche, en general, para no dormir. Como hicieron miles de vecinos en la zona cero, que vivieron la tormenta interminable (varias horas de descarga continua sobre Valencia y su área metropolitana) con una sensación a medio camino entre el estoicismo y el terror más absoluto.

Varias actuaciones de la madrugada del martes en Valencia. LP
Imagen principal - Varias actuaciones de la madrugada del martes en Valencia.
Imagen secundaria 1 - Varias actuaciones de la madrugada del martes en Valencia.
Imagen secundaria 2 - Varias actuaciones de la madrugada del martes en Valencia.

El trayecto empieza por La Torre, donde el oficial José Manuel Gómez y el agente Jesús Rozalén rememoran la noche de la dana. El primero tiene casi 60 años, ha sido guardia civil y parece una especie de Papá Noel si Papá Noel hiciera pesas todos los días. Jesús Rozalén es de sonrisa fácil, siempre con anécdotas en la punta de la lengua y es de Meliana. Ambos recuerdan el 29 de octubre mientras el coche patrulla recorre la silenciosa pedanía. Las paredes contra las que el 29 de octubre chapoteaba el agua de la barrancada están ahora mojadas por la lluvia, pero la situación es muy distinta a la del pasado mes de octubre. Hay calma, tensa, sí, pero calma. Nada que ver con lo que vio Jesús aquella noche, con los encuentros que tuvo en el puente entre la pedanía y la ciudad.

Por la emisora entra el aviso de que la situación en el Perellonet se ha complicado y el intendente de la noche, Antonio Castro, valora si hay que cortar la CV-500. Hacia allá que va la patrulla de José Manuel y Jesús, para ver si se necesita apoyo para cortar la autopista. En la gola del Pujol nos encontramos con el jefe, que vuelve de El Perellonet: «No vamos a cortar, parece que lo peor va ahora hacia Valencia». En el viaje, ya bien entrada la noche, sólo encontramos coches de policía y bomberos que recorren el parque natural. Todos los ojos están puestos en las pedanías, y no es para menos.

Y eso que el jefe tiene razón. Lo peor va hacia Valencia. Al filo de las 4 de la mañana, todavía llovía en el Cap i Casal. Llevaba haciéndolo varias horas. Aunque de forma intermitente, a veces más fuerte y a veces más débil, la lluvia no dio tregua. No la da cuando volvemos a la ciudad. Empieza a arreciar otra vez en la rotonda del Saler. Un aviso llega de una calle cercana al Roig Arena. En un ático entra agua desde la azotea. La vecina dice que llamará al seguro, pero los agentes liberan los desagües del tejado. Es solo una de las múltiples incidencias que llegan: un árbol caído en la calle Floresta, un cortocircuito en unas obras de Marino Albesa, un locutorio asaltado en Tomás Sala… Las cerca de 22 patrullas de la Policía Local que en esta noche de tormenta interminable recorren la ciudad como faros en medio de la tempestad lo saben bien y se multiplican para atender una urbe de 800.000 habitantes que aguanta la respiración.

La noche también nos lleva hasta los polideportivos de Benimaclet y Fuensanta. El primero se ha llenado a las 18 horas con 30 personas, entre ellas 9 menores, por lo que el Ayuntamiento ha tenido que abrir la zona deportiva de la Fuensanta para acoger a más indigentes. Se trata sobre todo de personas extranjeras en situación de sinhogarismo que han optado por estos albergues de urgencia. La Policía Local dispone de una unidad especial de vigilancia de personas en esta situación, la X4, que a lo largo de la noche recorre Valencia para ofrecer a quien no tiene otra alternativa que dormir en la calle... en fin, otra alternativa.

Enfilamos después hacia Benifaraig, donde comprobamos el estado del barranco del Carraixet. Lo hacemos gracias al amplio conocimiento de l'Horta Nord que tiene Jesús, que es hijo de Meliana. En el Carraixet, con las linternas de que dispone el Cuerpo, alumbran el corazón de la rambla, toda tierra, barro y lodo. También hay metro y medio de agua, pero no amenaza con salirse. Por suerte.

La tormenta continúa y llega un aviso desde La Punta: el alcalde pedáneo ha avisado de que las familias de personas de origen rumano que viven en la entrada del Pedrós tienen el agua casi al cuello. No es literal, pero para que se hagan una idea, un hombre recibe a las patrullas con un elocuente «el agua de la acequia está a punto de salirse». Rechazan ser evacuados. «Nos subiremos al primer piso», dice. El intendente Castro lidera una expedición al interior de la entrada para hablar con las 11 o 12 familias que viven en la zona. Todas rechazan irse. Si no deja de llover, eso sí, la situación podría complicarse en este punto del sur de la ciudad, uno de los más bajos con respecto al nivel del mar.

Ya es bien entrada la madrugada y no deja de llover. Se multiplican los problemas: un accidente en la avenida del Cid, una inundación en unas obras en Archiduque Carlos… Llueve desde hace varias horas. Jesús y José Manuel nos preguntan cómo va la tormenta en las aplicaciones de radar. Sigue estática sobre Valencia. Se miran en silencio. La noche todavía será larga.

Durante la madrugada, el temporal ha afectado especialmente a Valencia capital y a varios municipios de l'Horta Sud. Aunque la intensidad de la lluvia ha sido considerable, no se han producido incidentes graves.

Parece que lo peor ya ha pasado. Sin embargo, no hay que bajar la guardia, ya que la alerta naranja sigue vigente este martes en las provincias de Valencia y Alicante por la previsión de chubascos muy fuertes acompañados de tormenta. La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) mantiene el aviso activo hasta las 11:30 horas, momento en el que se espera que finalice este episodio de inestabilidad.

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